domingo, 29 de mayo de 2016



La invasión imperial: ¿cómo y cuándo ocurriría? y ¿qué podemos hacer para neutralizarla?  

Carlos E. Lippo




La primera vez que escribimos sobre esta tema en estas mismas páginas fue en mayo del año 2.013, pocas semanas después de la victoria electoral del Presidente Maduro (1). En aquella ya lejana oportunidad presentábamos un análisis que con base en consideraciones económicas, políticas y geopolíticas intentaba demostrar que la invasión yanqui era un hecho casi fatal y que la decisión de invadirnos ya había sido tomada en el Pentágono, quedando sólo por determinarse, cuándo invadirían y como invadirían, temas importantes para poder diseñar y desarrollar en forma conjunta, Gobierno y Pueblo Revolucionario, los planes requeridos para repeler la agresión. Los hechos se han venido desarrollando de tal manera desde esta fecha, que actualmente es muy poco probable que exista alguien en nuestras filas que ponga en duda la verosimilitud de este planteamiento que en principio no pasaba de ser una hipótesis razonable.

Tratando de aproximarnos al conocimiento de cómo habría de producirse la inexorable invasión escribimos otro artículo (2), publicado en marzo de 2.014 en pleno desarrollo de las acciones terroristas de “La Salida”, en el cual definíamos un conjunto de escenarios factibles, al tiempo que evaluábamos su factibilidad de ocurrencia. A continuación presentaremos estos mismos escenarios actualizando su evaluación de factibilidad en atención a la influencia de los hechos ocurridos desde esa última fecha:

1.     Escenario Guatemala 1.954 – Cuba 1.961
Estados Unidos organizó y financió sendos ejércitos expedicionarios con base en efectivos militares de los gobiernos precedentes de ambos países, más civiles y mercenarios nacionales y extranjeros, apoyando su ingreso subrepticio al territorio nacional para establecer un “territorio liberado” cuyo gobierno solicitaría la invasión gringa. Previamente los gringos habían practicado incursiones aéreas más o menos encubiertas sobre blancos estratégicos. En Guatemala lograron derrocar al gobierno de base popular de Jacobo Arbenz pero en Cuba, la revolución propinó al imperio su primera derrota de índole militar en América. Sigo estimando que este es un formato poco probable de ser aplicado en Venezuela, dada la proverbial estulticia y cobardía de los antiguos mandos militares de la cuarta república e inicios de la quinta, actualmente dedicados a  “hacer la revolución internet desde Miami” en medio del disfrute de las mieles del “american way of life”. Sin embargo, no es un escenario totalmente descartable si tomamos en cuenta que para febrero de 2.015 la contra intentó desarrollar la llamada “Operación Jericó” (3), consistente en un terrorífico bombardeo que realizarían con un avión Tucano identificado con falsas insignias de la Fuerza Aérea Nacional Bolivariana, sobre objetivos tales como el canal de noticias TeleSur, la Dirección de Inteligencia Militar, el CNE, el Ministerio Público, el MPP para la Defensa, el Servicio Bolivariano de Inteligencia, el Seguro Social, el Banco Central de Venezuela, etc., cuyas sedes se encuentran ubicadas en zonas densamente pobladas, en alguna de las cuales, como Boleíta y La Candelaria, la oposición cuenta con una amplia mayoría electoral.

2.     Escenario República Dominicana 1.965
Estados Unidos auspició una revuelta interna en contra de Juan Bosh, quien había sido electo presidente constitucional, por considerar que su gobierno detentaba “posiciones inamistosas”. En medio de tal revuelta invadió con un reducido contingente de tropas de élite, con la excusa de proteger la vida y los bienes de sus ciudadanos residentes en la isla y una vez controlada la situación solicitó a la OEA la conformación de una fuerza militar, 100 veces mayor al contingente inicial, integrado en su mayoría por tropas estadounidenses, dando al traste con la naciente democracia de la porción oriental de la Isla de Santo Domingo. A este formato le asignamos una muy baja factibilidad de ocurrencia, ya que a pesar de todas las amenazas y pataletas del cipayo Almagro, el imperio no contaría con la mayoría calificada de 2/3 de los estados miembros (23 miembros), si los 12 países miembros del ALBA-TCP mantienen su actual respaldo a la revolución bolivariana (4). Siendo más que oportuno señalar que al voto favorable de ellos podría sumarse el de alguno de los países latinoamericanos así como el de alguno de los miembros de Petrocaribe, no integrantes del ALBA.

3.     Escenario de aplicación del TIAR
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), aunque nunca ha sido aplicado con alcances militares como es su propósito, si ha sido aplicado en varias oportunidades (Venezuela-Cuba, 1.963-64; Honduras-El Salvador, 1.969-71 y 1.976-80 y Reino Unido-Nicaragua, 1.972, entre otras) con alcances diplomáticos, consulares, políticos y económicos. En este hipotético caso, el gobierno cipayo de Colombia simularía una agresión militar por parte de nuestro gobierno, o sea un falso positivo tan común en ese narco para país y seguidamente invocaría la aplicación del tratado en contra de Venezuela. Obviamente que la fuerza multiestatal interventora de la OEA estaría conformada por militares gringos en su gran mayoría, como ocurrió en la República Dominicana en 1.965. La falsa agresión podría ser otra aplicación de los aviones de combate adquiridos por los meritócratas petroleros actualmente basados en Colombia, según denuncia de José Vicente Rangel.  Este formato es absolutamente inaplicable a nosotros desde el 05 de junio del año 2.014, fecha en la cual se hizo efectiva nuestra denuncia de este ominoso tratado; si lo hemos analizado es para dejar constancia de la extraordinaria visión de futuro del Comandante Chávez quien fue el que ordenó la denuncia del tratado en el año 2.012 y para demostrar de la manera más contundente que es posible detener la invasión si se aplican los métodos adecuados.

4.     Escenario de aplicación de Principios de Derecho Internacional y/o Doctrinas Militares de los Estados Unidos. Tal es el caso de las siguientes invasiones: Granada en 1.983, teóricamente basada en su Doctrina de Seguridad Nacional; Panamá en 1.989, amparada en la cruzada mundial contra el narcotráfico; Afganistán en 2.001 e Irak, en 2.002, emprendidas en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, amparándose en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas que consagra el derecho a la legítima defensa. Por descabellado que pueda parecer este escenario ha debido ser contemplado por los “genios” del Pentágono y a ello obedecen las infundadas y periódicas campañas a nivel mundial tendientes a implantar la matriz de opinión de que nuestro gobierno es narco complaciente, amante de la guerra, amigo de los países integrantes del “eje del mal” y demás estupideces que por fantasiosas no resisten el más mínimo razonamiento. En nuestro caso un escenario de este tipo se ha visto ampliamente favorecido por la promulgación de la infausta Orden Ejecutiva de marzo de 2.015, que nos cataloga como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad interior de los Estados Unidos. Sin embargo, considero que este escenario tiene muy escasa probabilidad de ocurrencia ya que los gringos se atreven a invadir de manera directa sólo cuando se trata de países militarmente débiles o que se hayan desarmado voluntariamente, lo cual no es nuestro caso. A pesar de las amenazas gringas de tener ya lista para la invasión una fuerza de tarea conjunta en la Base Aérea de Palmerola (Honduras), estimo que es muy poco probable que se atrevan actualmente. debido al apresto operacional demostrado por nuestra FANB en los últimos ejercicios celebrados al fin de la semana pasada, con participación de efectivos militares rusos. Es oportuno recordar que nuestra FANB es una formidable fuerza militar que cuenta con un cuerpo de milicias conformado por cerca de un millón de efectivos; que la misma está equipada con sistemas de armas altamente sofisticados adquiridos de la Federación Rusa; que contamos con el apoyo militar de los países del ALBA-TCP, que en el seno de su Consejo de Seguridad han estado diseñando planes de seguridad para defender la soberanía de sus miembros, según lo acordado en agosto de 2.015 (5) y que hemos desarrollado una muy valiosa alianza militar con esa potencia de carácter mundial que es Rusia, puesta a prueba recientemente con el envío de su  portaviones Kuznetsov, al área del Caribe, durante los días previos a las elecciones del 06 de diciembre, en los cuales se habían producido incursiones de aviones de espionaje gringos en nuestro espacio aéreo y un portaviones gringo había sido ubicado en posición ofensiva muy cercana al límite de nuestra frontera marítima (5).

5.     Escenario Libia 2.011 y Siria, desde el 2.012
En ambos casos Estados Unidos y sus socios de la OTAN entrenaron y dotaron de armas tácticas de última generación a grupos de mercenarios de distintas nacionalidades, que fueron implantados al interior de esos países a través de las fronteras de países hostiles vecinos. El propósito de tales grupos era liberar una zona (Benghazi en Libia y Homs en Siria), formar gobiernos de transición y solicitar la intervención de las fuerzas de la OTAN. Cuando los gobiernos legítimos de los países se han defendido legítimamente, han sido acusados de masacrar a sus nacionales, con cruentos bombardeos aéreos (Libia) y con armas químicas (Siria) y entonces pasan a justificar la invasión por “razones humanitarias”. Fue así como con autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, Libia fue brutalmente atacada por fuerzas de la OTAN de todo tipo y terminó por sucumbir en medio de una destrucción total del país. Siria, cuyo proyecto de invasión por las fuerzas de la OTAN ha sido vetado en varias oportunidades por Rusia y China se mantiene en pie de lucha y todo apunta que logrará vencer, aunque con un altísimo costo en vidas (cerca de 300 mil víctimas fatales) y bienes materiales.
Es innegable que éste es uno de los formatos que nos han estado aplicando, ya que buena parte de los pocos estudiantes con rol protagónico en las guarimbas del 2.014 han sido formados como paramilitares, dentro y fuera del país, por los Estados Unidos (El M13 de la ULA, JAVU y los “paracos” disfrazados de deportistas de la Universidad de Carabobo, son un claro ejemplo de ello); los actos de verdadero terror perpetrados fundamentalmente en los Estados Táchira, Mérida y Zulia y en menor grado en Carabobo y la Gran Caracas, son innegablemente de factura paramilitar colombiana y en el resto del país han operado y están operando “lumpen proletarios” criollos de alto prontuario delictivo y paramilitares de diferentes nacionalidades: chinos, árabes y trinitarios, entre los muchos que han sido apresados.
Esta variopinta fauna paramilitar que sólo tiene como denominadores comunes: el odio a nuestra revolución por razones diversas, el haber sido formada en técnicas de insurgencia gringas de comprobada naturaleza terrorista y el ser generosamente financiadas por agencias de los Estados Unidos, en divisas fuertes y drogas para su consumo, si bien no ha logrado generar aún el anhelado “espacio geográfico liberado”, ha producido ya desde el comienzo de sus operaciones intensivas, en febrero de 2.014, más de un centenar de muertes y daños materiales por un monto que supera ampliamente los 20.000 millones de dólares, por lo que es necesario neutralizarla totalmente con carácter perentorio, por medio del despliegue continuado de las OLP. A pesar de las destempladas amenazas y bravuconadas del imperio y sus aliados de la OTAN, este tipo de escenario ha visto disminuida su factibilidad de ocurrencia debido al consecuente respaldo que nos han venido brindando la Federación Rusa y la República Popular de China, cuyas declaraciones en contra de la injerencia extranjera en nuestros asuntos internos han sido suficientemente fuertes y claras, en especial una declaración de la cancillería rusa de comienzos de esta semana (7).
6.     Escenario de instauración de un gobierno contrarrevolucionario que solicitaría la intervención
He dejado para el final la consideración de este formato por estimar que es ni más ni menos el que están empeñados en aplicarnos en los actuales momentos, como parte de la agenda oculta que está detrás de todas las estrategias (golpe parlamentario, enmienda constitucional, solicitud de renuncia, declaratoria de abandono del cargo, juicio político, referéndum revocatorio, etc.) intentadas por la contra, con base en su mayoría parlamentaria, para defenestrar al Presidente Maduro y establecer un gobierno de transición  de naturaleza contrarrevolucionaria, que solicitaría la invasión con el pretexto de paliar una supuesta crisis humanitaria en el sector salud, ya declarada por la AN. Obviamente este formato no se nos está aplicando solo, sino que se combina con las acciones de guerra económica, los asesinatos selectivos de figuras del chavismo, como es el caso del perpetrado ayer en la persona del Mayor General (r) Félix Velásquez, ex comandante de la Milicia Bolivariana, y los actos terroristas perpetrados por sus fuerzas de choque en las supuestas manifestaciones pacíficas de apoyo a la solicitud de celebración del referéndum revocatorio, como una manera promover la violencia generalizada que justificaría la invasión con arreglo al formato descrito en el párrafo anterior. Aunque las acciones defensivas desarrolladas por el pueblo y el gobierno revolucionario han sido lo suficientemente eficaces hasta ahora como para poder vaticinar la derrota de la contra, considero que es necesario pasar a la ofensiva, sin mayores dilaciones, con todo el poder que nos garantiza la unión cívico-militar, más potenciada hoy de lo que nunca lo había estado.

En relación a cuándo habría de producirse la pretendida invasión es evidente que la prisa está del lado del imperio y sus aliados locales, que después de su demencial euforia de inicios de año comienzan a mostrar fuertes signos de desesperación al haber podido constatar que derrotar a la revolución bolivariana no es una simple cuestión de “soplar y hacer botellas”. Una fecha probable puede ser inferida del hecho de que con arreglo a los lineamientos del Comando Sur contenidos en el documento titulado “Venezuela Freedom-2 Operation - Phase preceding - Executive summary. 25.2016, February/Admiral Kurt W. Tidd, Commander U.S. Southern Command (SOUTHCOM)” (8), se prevé  la fase terminal de la estrategia de “cerco y asfixia” que nos están aplicando hacia los meses de julio y agosto del presente año. En todo caso El Pentágono tiene prisa por intentar la invasión antes de que concluya el mandato del “Premio Nobel de la Guerra”, ya que de los precandidatos presidenciales con opción de triunfo en las elecciones de noviembre sólo Hillary R. Clinton garantiza continuar con este infausto proyecto.

En cuanto al tema de como neutralizar la eventual invasión, considero que el gobierno revolucionario ha venido tomando las medidas políticas, diplomáticas y militares requeridas para para desestimularla, habiendo logrado hasta ahora transmitir al imperio y sus aliados de la OTAN, la impresión cierta de que seremos un hueso nada fácil de roer a pesar de los alcances de su impresionante panoplia militar y que tienen muchísimo de perder con una más que probable invasión fallida. ¡Si no fuera así, ya la habrían intentado!

Considero sí que la amenaza de invasión sólo podrá ser desterrada, desde luego que temporalmente, con una derrota total de la contra, que lleve a sus restos a convertirse en la oposición democrática y constructiva que el país merece. Para ello y como tantas veces he dicho es necesario pasar a la ofensiva, potenciando la acción de la unión cívico-militar y las ventajas de ser una revolución no desarmada.

¡No queremos combatir contra los Estados Unidos ni contra ningún país del mundo pero, si insisten en venir contra nosotros les propinaremos su segunda derrota militar en América!

¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!


Caracas, mayo 29 de 2.016
clippor@yahoo.com

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