lunes, 2 de mayo de 2016



¿Cómo podríamos llamarlos?: esquiroles ó patronales

Carlos E. Lippo



Indagando sobre las últimas noticias relacionadas con el paro patronal (lock out) de la Cervecería Polar acabo de leer, con no poca sorpresa, que un grupo de empleados de la Planta de San Joaquín, la más grande y moderna de las plantas cerveceras de Lorenzo, su niña bonita a decir de sus empleados, impidió la entrada a las instalaciones de una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana que fungía de escolta a funcionarios de la Inspectoría del Trabajo y de la SUNDEE que solicitaban entrar con el propósito de comprobar la inexistencia de insumos aducida por Lorenzo para cerrar sus plantas y mandar a los obreros a sus casas con salarios reducidos.

Considero oportuno resaltar que la figura del “trabajador suspendido”, aducida por Lorenzo para parar la producción de las plantas, según lo declarase la directora Marisa Guinand, si bien es cierto que está contemplada por la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOT), exige que sea participada a las Inspectorías del Trabajo correspondientes a objeto de poder comprobar la veracidad de las causales invocadas para ello, antes de poder ser aplicada.

También resulta oportuno señalar que el cierre patronal ilegal de cuatro de las cinco plantas cerveceras (San Joaquín, Maracaibo, Los Cortijos y Barcelona), ha afectado a unos 10.000 trabajadores que han sido enviados a sus casas con sueldos incompletos y sin los beneficios contemplados en la convención colectiva.

No puedo negar, tal como dije al comienzo de estas notas, que me causó no poca sorpresa tanto la absoluta falta de solidaridad de este pequeño grupo de trabajadores de la Planta de San Joaquín con el resto de sus compañeros, como su complicidad con el patrono en esa descarada violación de las ley que los protege a todos, de allí  que  me  pusiese a pensar sobre el calificativo podría dárseles.

El primero de los calificativos que se me vino a la mente fue el de “esquiroles”, pero como es sabido, este término se aplica a aquellas personas que reciben una remuneración a cambio de romper una huelga; es decir, que aceptan trabajar en una empresa cuya mayoría de trabajadores han suspendido sus actividades por haberse declarado en huelga, que no es nuestro caso.

Pasé entonces a considerar el calificativo de “patronales”, pero ocurre que ese es el nombre genérico que se da al empleador individual o a las asociaciones de empleadores y estos trabajadores por más que se identifiquen con Lorenzo y le jalen sus inmensas pelotas, no son empleadores y difícilmente podrán serlo algún día, en caso de continuar a su servicio.

Se me ocurrió entonces aplicarles el calificativo de “esquiropatros”, con la esperanza de que la no repetición de tan aberrante conducta, en Venezuela o en cualquier otro lugar del mundo, me  dispense de tener que someterlo a la consideración de la Real Academia de la Lengua Española para una eventual inclusión en el DRAE.

¡Mosca, la Polar está descaradamente “montada” en un paro insurreccional!
¡La Polar, además de todo, aplica el terrorismo laboral!
¡Como vengo diciendo desde hace cuatro años: todos a boicotear a la Polar!

Caracas, mayo 02 de 2.016
clippor@yahoo.com

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