domingo, 30 de octubre de 2016


¡Alerta, que la contra intentará generar una serie de falsos positivos que justifiquen la intervención extranjera!
Carlos E. Lippo

 


El anuncio por parte del Consejo Nacional Electoral de la suspensión temporal del proceso de recolección del 20 % de las manifestaciones de voluntad requeridas para  la convocatoria a un eventual Referendo Revocatorio solicitado por la MUD, hecho el pasado día 20, parece haber desatado todos los demonios tanto en el seno de la dirigencia de la contra como en el del funcionariado de la embajada gringa en Caracas encargado de transmitirle las órdenes del Comando Sur y el Departamento de Estado. Siendo oportuno decir que tal anuncio se produce en acatamiento a las medidas precautelativas dictadas por cinco tribunales penales del interior de la república, tras la admisión de sendas querellas penales por los delitos de falsa atestación ante funcionario público, aprovechamiento de acto falso y suministros de datos falsos al Poder Electoral,

Tales decisiones judiciales que eran de la más probable ocurrencia en virtud de la inmensa cantidad de vicios detectados en las planillas entregadas por la MUD en ocasión de la recolección del 1 % de las manifestaciones de voluntad, denunciada por los representantes del Polo Patriótico y avalada o al menos no impugnada por los representantes de la MUD, parecerían haber tomado por sorpresa a ese inefable y funesto dúo, a juzgar por sus vacías e inconexas declaraciones iniciales entre las cuales resaltan unas del mismísimo autor de la propuesta del revocatorio difundidas a través de la cuenta @hcapriles, que reproduzco textualmente a continuación: “En las próx hrs le hablaremos al Pueblo venezolano y comunidad internacional sobre el gravísimo hecho consumado contra la Constitución” y “Maduro se declaró en desobediencia, no respeta la Constitución, hoy abandonó el país y va vía de abandonarlo todo !Que después no chille!” (1). Es el caso de decir, como diría aquel viejo del Táchira: “… la ignorancia tiene remedio, la estupidez no”.
 

Repuesta de esa “sorpresa” inicial y con la falsa excusa de que el CNE había liquidado el revocatorio, la contra se ha prodigado en una serie de acciones efectistas de naturaleza parlamentaria, evidentemente planificadas con antelación por alguno de esos inefables “tanques de pensamiento” del imperio que más bien parecieran ser “tanques de excremento”, todas las cuales están condenadas a la más rotunda ineficacia legal por provenir de un ente cuyas decisiones han sido declaradas nulas por el máximo tribunal de la república y por carecer además del más mínimo fundamento en el marco del ordenamiento legal del país.
 

Sobre los acuerdos tomados en la Asamblea Nacional como producto de estas acciones es necesario señalar que habrán de servir sólo para atizar las confrontaciones con todos los otros poderes públicos y con la FANB, en lo que pareciera ser un intento de disolución del Estado promovido por unos de sus propios poderes, pero también es razonable pensar que debiesen haber servido para convertirla en el hazmerreír de la comunidad política internacional, por estar acusando de abandono del cargo a un Presidente en momentos en los que éste se encontraba desarrollando una exitosísima y muy notoria gira internacional de trabajo y por el desconocimiento que ellas traducen acerca del funcionamiento y las atribuciones de la Corte Penal Internacional ante la cual amenazan con acusar a los jueces y rectoras del CNE, a las que de antemano juzgan, sin derecho alguno a su defensa,  como responsables de la suspensión del proceso de Referendo Revocatorio.
 

Al mismo tiempo han realizado una marcha de bastante menos que regular tamaño en Caracas, sustancialmente menor que la realizada el día 1ro. de septiembre, inscrita dentro de lo que dieron en llamar pomposamente la “Toma de Venezuela de Punta a Punta”, que terminó generando una inmensa frustración entre los participantes; el mismo día de dicha marcha generaron algunos frustrados intentos de guarimbas en Mérida, San Cristóbal, Maracaibo y la Carretera Panamericana, este último causante del lamentable asesinato por arma de fuego de un efectivo de la Policía de Miranda, que sería necesario adicionar a aquella funesta cadena de 13 asesinatos perpetrados en el 2013,  para calmar la arrechera del “majunche lácteo”.
 

Para el día viernes 28 convocaron a un paro nacional de doce horas que terminó en el más estrepitoso fracaso (2) y para el jueves 03 de noviembre están convocando una marcha con destino a Miraflores para comunicar al Presidente Maduro la sentencia condenatoria del juicio político que pretenden materializar en la sesión convocada para el martes primero, en lo que sería una nueva condena dictada sin siquiera haber escuchado al “reo”.
 

Vanos fueron los intentos de la contra parlamentaria por logar el acompañamiento de sus “huestes populares” para las ignominiosas sesiones de los días 25 y 27 de octubre, inhibidas éstas por la presencia del pueblo chavista en las adyacencias del Capitolio Federal y por el recuerdo de aquella célebre irrupción popular de carácter espontáneo ocurrida pasado domingo 23 (3), más que suficiente para demostrar de cual lado están y seguirán estando las grandes masas populares.
 

La clarísima y contundente respuesta dada por el General Padrino López en representación del alto mando militar a aquel ominoso acuerdo tomado en la sesión de la Asamblea celebrada el día 23, en el cual se pretendía exigir desobediencia o inacción por parte de la FANB, al considerarlo como “una incitación a la insubordinación o sublevación” (4), demuestra en forma fehaciente y terminante que la contra no sólo carece de pueblo sino también de militares para poder intentar un golpe de estado con alguna probabilidad de éxito.
 

A esta larga cadena de desaciertos generados por la alta dirigencia de la contra en tan breve lapso es necesario añadir el hecho de haberse quedado al descubierto al haber evidenciado ante sus seguidores y ante todo aquel que lo quiera percibir, que son unos mentirosos redomados y que carecen de la más mínima autonomía frente a los dictados del imperio.
 

Ambos importantes defectos han quedado demostrados de manera incontrovertible por la zigzagueante conducta exhibida en los últimos días en relación a la propuesta de diálogo formulada por el Presidente Maduro y que cuenta con el importante acompañamiento de Unasur, el Vaticano y los expresidentes Rodríguez Zapatero, Fernández y Torrijos. En efecto: después de haberse sentado en la mesa de diálogo los representantes de los cuatro partidos más importantes de la MUD, se levantaron de ella dejando sólo al “mesero” Torrealba al recibir una llamada telefónica procedente de la embajada norteamericana, pero no contentos con eso, no sólo negaron el haberse sentado sino que una mayoría de ellos (Capriles, María Corina, Smolansky, Carlos Vecchio y Ledezma) dijeron haberse enterado vía televisión de la realización de tan importante evento(5); durante varios días sostuvieron que no se sentarían a dialogar, hasta que un oscuro portavoz de la Casa Blanca, de nombre Josh Earnest les dio públicamente la respectiva  contraorden (6) y finalmente han anunciado su regreso a la mesa de diálogo para el domingo 30 de octubre, a pesar de la protesta de los secretarios generales de 15 de los partidos más pequeños de la MUD (7). Para el momento en que termino de escribir estas líneas (3 y 40 de la tarde), aún no trasciende si se han reunido o están por reunirse.
 

Sin embargo, el más peligroso mito que ha propalado esta incapaz dirigencia, el que realmente la ha dejado con el “trasero al aire”, es el del carácter minoritario de las fuerzas que apoyan esta revolución aunado a una supuesta debilidad extrema en comparación con sus propias fuerzas, que según ellos haría posible una toma exitosa del palacio de gobierno con la consecuente defenestración del Presidente Maduro. Por ello no ha habido marcha alguna convocada por la dirigencia de la contra durante los últimos  tiempos, que no haya terminado con los gritos de protesta de los asistentes más disociados, que le reclaman su inconsecuencia y acusan de cagones a los líderes que se osan dirigirse con consignas vacías a la frustrada masa.
 

Considero que, aparte de las acciones que han podido implantar gracias a la mayoría circunstancial que detenta en la Asamblea Nacional, la contra no ha hecho otra cosa que desarrollar el mismo guion escrito por el imperio para ejecutar el golpe de estado exitoso de abril de 2002, sólo que en esta oportunidad los falsos positivos similares a los ataques de falsa bandera ejecutados por los francotiradores que accionaron en los alrededores de Miraflores,  no estarían destinados a promover el pronunciamiento de unos militares golpistas de los cuales ahora carecen, sino a promover un pronunciamiento en el seno de la OEA que sirva de marco jurídico a la intervención de una fuerza militar de carácter multinacional.
 

Una diferencia importante entre el escenario actual de golpe y el desarrollado en el 2002, que hay que tener muy en cuenta en el diseño de la estrategia de neutralización correspondiente, viene dado por la existencia del estado de disociación, desesperación y frustración extrema del que adolecen algunos sectores juveniles de base que se encuentran absolutamente fuera de control de esa dirigencia incapaz; son aquellos que de manera histérica, al mismo tiempo que exigen ir a Miraflores proclaman con la mayor inconsciencia que hay que verter sangre para resolver la situación, tal como puede apreciarse en un video cuya dirección URL es https://youtu.be/17WUjXZaKx4.
 

Las fuerzas de la Revolución, con preeminencia del pueblo civil organizado, han tenido hasta ahora una respuesta impecable y considero que a ella se deben no pocos de los descalabros que ha tenido la contra, que desde hace ya bastante tiempo no consigue dar pie con bola. Considero sin embargo que hay que evitar a todo trance un encontronazo cruento entre este valiente pueblo y ese pequeño grupo de opositores disociados, apoyados por elementos paramilitares, que en la mayoría de los casos suele accionar bajo el efecto de drogas psicotrópicas, pues de éste sólo puede derivarse un estado de violencia generalizado real o virtual, a manera de falso positivo, que amplificado por los medios, pudiese representar el disparador de las acciones internacionales que la dirigencia de la contra intenta promover.
 

Evitar este encontronazo protegiendo al valiente pueblo revolucionario es tarea conjunta de las fuerzas del orden público y las fuerzas militares que acompañan a esta Revolución.
 

¡De pie o muertos, nunca de rodillas!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!








Caracas, octubre 30 de 2.016


 

sábado, 22 de octubre de 2016



Es imperativo acabar con la impunidad de la que han venido gozando los traidores a la patria

Carlos E. Lippo



Desafortunadamente es posible afirmar sin temor a caer en exageraciones que la comisión de delitos de traición a la patria, así como su más absoluta y bochornosa impunidad ha sido una constante a todo lo largo de la existencia de la Revolución Bolivariana, con el agravante de que no sólo es que nadie ha ido a prisión por haber atentado contra su propia patria, sino que ni siquiera alguien ha sido imputado por la comisión pública, notoria y comunicacional de algún acto delictivo de tan deleznable naturaleza.


El primer venezolano en incurrir en traición a la patria de manera pública y notoria durante la quinta república fue seguramente Raúl Salazar, aquel mofletudo general que fue también el primer ministro de la defensa del período revolucionario, quien autorizó por su cuenta el ingreso de cuatro buques de guerra gringos en aguas jurisdiccionales venezolanas, en diciembre de 1999, en ocasión del deslave del Guaraira Repano, en lo que fue un clarísimo acto de subordinación a los dictados del imperio y de gravísimo riesgo para la soberanía y la integridad de nuestro territorio.


Corrector a tiempo de tamaña atrocidad y testigo de excepción de la comisión del delito fue el propio  Comandante Chávez, que en una referencia a Salazar y su acto de traición dijo algún tiempo después: “Quisieron hacerlo (invadir Venezuela) durante la tragedia de Vargas, traían unos barcos y tuve que llamar a Bill Clinton porque resulta que el primer ministro de Defensa que yo tuve era de la CIA” (1).


Al amparo de la impunidad de la que ha gozado y sigue gozando, este agente de seguridad del imperio disfrazado de general, fue capaz de reincidir públicamente al justificar la instalación de las bases militares gringas en Colombia en razón de su  “necesidad de frenar el consumo interno de drogas y combatir el terrorismo” y hasta de avalar las falsas denuncias de Alvaro Uribe en relación a la existencia de campamentos de guerrilleros colombianos en territorio venezolano, tal como lo planteó sin el menor rubor en un programa televisivo emitido por TELEVEN, a finales de julio de 2010 (1). Inexplicablemente Salazar sigue activo en política, aunque no de forma muy notoria, reside en Venezuela y como el agente del imperio que es, quién sabe que estará planeando para ir en contra de los intereses nacionales.


Abundando sobre el mismo tema es oportuno decir que la comprobada participación de los gobiernos de Estados Unidos y España en el exitoso golpe de estado de abril de 2002, que interrumpió por casi 48 horas el primer gobierno de Chávez convirtió en reos del delito de traición  a la patria, en adición a todos los delitos asociados su participación en la malhadada asonada, al menos a todos sus cabecillas civiles, militares y eclesiásticos, tratándose nuevamente de hechos delictivos de carácter público, notorio y comunicacional.


Los hechos antes reseñados son sólo dos de los más emblemáticos ocurridos en los albores de la Revolución. A partir de esa época, tanto los más conspicuos voceros de la oposición como algunos simples activistas de base, han venido construyendo una larga cadena de actos de traición a la patria, cuya existencia es reconocida implícitamente por la fracción parlamentaria de la contra al aprobar el proyecto de “Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional”, declarado inconstitucional por el Tribunal Supremo de Justicia.


En efecto, tal será la cantidad y diversidad de los actos de traición a la patria que los opositores reconocen haber cometido, que en el literal “q” del artículo 4 del citado esperpento legislativo intentan  consagrar la amnistía de los delitos de traición a la patria y otros delitos contra ella tipificados en los artículos 128, 129, 132, 134, 140, 141 y 163 del Código Penal, esto es, de siete de los quince artículos contenidos en dicho instrumento jurídico, con los cuales se tipifica este delito.


Haría demasiado extenso este artículo el señalar todo el articulado que conforma el Capítulo I (De la traición a la patria y otros delitos contra ésta), del Libro Segundo del Código; sin embargo, para seguir adelante considero imprescindible señalar los artículos 128, 129 y 132, aplicables a una inmensa mayoría de los voceros de la MUD y a la totalidad de los miembros de la fracción parlamentaria de la contra, así como el artículo 141, aplicable a una parte no desestimable de los opositores disociados que acostumbran participar en las manifestaciones de calle. 


Artículo 128. Cualquiera que, de acuerdo con país o República extranjera, enemigos exteriores, grupos o asociaciones terroristas, paramilitares, insurgentes o subversivos, conspire contra la integridad del territorio de la patria o contra sus instituciones republicanas, o las hostilice por cualquier medio para alguno de estos fines, será castigado con la pena de presidio de veinte a treinta años. Parágrafo Único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos expresados, no tendrán derecho a gozar de los beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas del cumplimiento de la pena.


Artículo 129. El que dentro o fuera de Venezuela, sin complicidad con otra nación, atente por si solo contra la independencia o la integridad del espacio geográfico de la República, será castigado con la pena de presidio de veinte a veintiséis años. Con la misma pena será castigado quien solicite, gestione o impetre, en cualquier forma, la intervención de un Gobierno extranjero para derrocar al gobierno venezolano.


Artículo 132. Cualquiera que, dentro o fuera del territorio nacional, conspire para destruir la forma política republicana que se ha dado la nación será castigado con presidio de ocho a dieciséis años. En la misma pena incurrirá el venezolano que solicitare la intervención extranjera en los asuntos de la política interior de Venezuela, o pidiere su concurso para trastornar la paz de la República o que ante sus funcionarios, o por publicaciones hechas en la prensa extranjera, incitare a la guerra civil en la República o difamare a su Presidente o ultrajare al representante diplomático o a los funcionarios consulares de Venezuela, por razón de sus funciones, en el país donde se cometiere el hecho.



Artículo 141. Cualquiera que por desprecio arrebatare, rompiere o destruyere en un lugar público o abierto al público, la bandera nacional u otro emblema de la República, será castigado con prisión de dos meses a un año. Si este delito se cometiere encontrándose la República empeñada en una guerra extranjera, la prisión será de trece meses a dos años.


Así mismo, ante la evidente situación de amenaza de guerra que lleva implícita la Orden Ejecutiva de Obama, de fecha 09 de marzo de 2015, estimo también necesaria la mención en estas notas del artículo 131, a pesar de que los delitos tipificados en él no figuren dentro de los sujetos a ser amnistiados  por la ley de marras.


Artículo 131. Cualquiera que, dentro o fuera del territorio nacional, y a tiempo que Venezuela se halle amenazada de guerra extranjera, favorezca, facilite o ayude directa o indirectamente, con revueltas intestinas, o por medio de actos de perturbación del orden público, las miras, planes o propósitos de los enemigos extraños y no se aparte de aquellas revueltas, ni se retraiga de dichos actos a la primera intimación de la autoridad pública o por propia o espontánea deliberación, será castigado con presidio de doce a veinticuatro años.


Bajo la consideración de los artículos citados y tal como lo he planteado en notas anteriores, podríamos decir que indubitablemente son reos de traición a la patria, la mayoría de ellos confesos, ya que acostumbran vanagloriarse de sus “hazañas” a través de los medios, los siguientes conciudadanos opositores, entre muchísimos otros:
  • María Machado, Henrique Capriles, Leopoldo López y familia, Antonio Ledezma y tantos otros que han dado la vuelta al mundo para reunirse públicamente con funcionarios de gobiernos adversos al nuestro en solicitud de su colaboración para intentar derrocarlo (Art. 129).
  • Julio Borges, Ramón Guillermo Aveledo y J. J. Rondón coautores junto con María Machado. del plan terrorista denominado “Plan Estratégico Venezolano”, elaborado en Colombia en junio de 2013, bajo el patrocinio de la USAID y otras organizaciones vinculadas a Alvaro Uribe (2), documento que ha servido de guion maestro a todas las actividades desestabilizadoras de la contra en los tres últimos años (Artículo 128).
  • La junta directiva y demás miembros de la fracción parlamentaria de la contra que aprobaron la celebración de la sesión extraordinaria del 18 de febrero de 2016, en la que para conmemorar el segundo aniversario de la prisión de Leopoldo López (3), propiciaron y avalaron la denigrante actuación de: Oscar Arias, Lech Walesa y otros extranjeros tarifados del imperio en contra de nuestro gobierno (Artículo 132).
  • Todos los miembros de la fracción parlamentaria de la contra que expresaron su acuerdo con solicitar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, en especial los redactores del informe oficial de solicitud que fuese entregado a Almagro a mediados del mes de mayo (4) (comisión de política exterior) y los firmantes del mismo (junta directiva), (Artículo 129).
  • Todos los manifestantes de base de la contra que, con la mayor impudicia, denigran de nuestra bandera de diferentes formas y hasta la destruyen públicamente en sus histéricas manifestaciones de calle (Artículo 141).

Como podemos darnos cuenta, la inmensa mayoría de estos vendepatria son justamente los que están al frente de las más recientes acciones desestabilizadoras adelantadas por la contra y los que más nos amenazan con defenestrar a Maduro y con acabar con las grandes conquistas políticas, económicas y sociales de la revolución. Sin embargo, no es éste el peor de los males derivados de la impunidad reinante, ya que en caso de que estos delincuentes ya hubiesen sido puestos a buen resguardo, otros fanáticos hubiesen tomado su lugar y lo seguirían tomando hasta que logremos neutralizarlos de una manera radical y definitiva.


Considero pues que la más ominosa secuela de esta grosera impunidad es el clima de desmoralización y desmotivación que ella pudiese infundir en un pueblo dedicado hoy más que nunca a la defensa de la Revolución, en medio de las mayores penalidades inducidas precisamente por estos delincuentes, sus jefes y sus secuaces.

Por todo ello, estimando que es imperativo acabar con la impunidad que arropa a éstos y a otros muchos delitos en contra de la Revolución, es que estoy escribiendo esta angustiosa nota, con la pretensión de motivar al Ministerio Público, como gran responsable de la situación, a que intente subsanarla e lo inmediato, mediante la conformación de un grupo de fiscales y funcionarios auxiliares honestos, capaces de promover el imperio de la justicia, manteniéndose fuera del alcance de los elementos corruptores de la contra. Lo más grave es que en esto que es tan fácil de decir pero tan difícil de lograr, está fundada la última oportunidad de que nuestra Revolución pueda continuar siendo un proceso pacífico.

¡De pie o muertos, nunca de rodillas!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!

Caracas, octubre 22 de 2.016

sábado, 15 de octubre de 2016



La inexorable invasión imperial y la Operación UNITAS LVII - Fase Atlántico

Carlos E. Lippo




De todos los escenarios probables de invasión que hemos formulado en dos artículos anteriores publicados en este mismo portal (1) (2), el que ha adquirido a juicio nuestro una mayor probabilidad de ocurrencia desde la última evaluación realizada a comienzos de julio, es el que hemos llamado “Escenario República Dominicana 1965”.


En un intento por definir este escenario debo decir que en aquel entonces ocurrió que Estados Unidos auspició una revuelta interna en contra de Juan Bosh, quien había sido electo presidente constitucional por considerar que su gobierno detentaba “posiciones inamistosas” hacia ellos. En medio de tal revuelta invadió con un reducido contingente de tropas de élite, con la excusa de proteger la vida y los bienes de sus ciudadanos residentes en la isla y una vez controlada la situación solicitó a la OEA la conformación de una fuerza militar multinacional, 100 veces mayor que el contingente inicial, integrado en su mayoría por tropas estadounidenses, dando al traste con la naciente democracia de la porción oriental de la Isla de Santo Domingo.


En nuestro caso, las tropas de élite requeridas, representadas por la “Fuerza de Tarea Conjunta Bravo” y la “Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur-Jiatfs”, acantonadas en la Base Aérea de Palmerola en Comayagua (Honduras), están en condiciones operativas para este propósito desde el mes de enero de este año, según pudo comprobarlo personalmente el almirante Kurt Tidd, Jefe del Comando Sur, en una visita a las instalaciones. Dichas fuerzas actuarían apoyadas por las bases militares de “control y monitoreo” localizadas en Aruba (Reina Beatriz)  y Curazao (Hato Rey) así como por algunas de las localizadas en Colombia (Arauca, Larandia, Tres Esquinas, Puerto Leguízamo, Florencia y Leticia), todas con proyecciones sobre la región central de Venezuela donde se concentra el poderío político-militar de la nación. También debe estar plenamente operativo desde hace algún tiempo, tal como se ordenaba en el punto 8 del documento del Comando Sur que tantas veces hemos citado (3), el “Primer Batallón 228 del Regimiento del Aire” con sus 18 aviones y los helicópteros UH-60 Blackhawk y CH-47, en las instalaciones de Hato Rey en Curazao.


Que esta invasión ya ha comenzado, al menos en lo que respecta a las acciones de vigilancia e interceptación electrónica, es algo que puede comprobarse de la lectura del mismo documento, en el cual se señala textualmente al final del mismo punto 8: “… debemos mantener la vigilancia electrónica sobre esta zona de influencia, sobre todo en la fachada atlántica, manteniendo las incursiones de los RC-135 COMBAT equipados con sistemas electrónicos que han permitido recientemente recolectar inteligencia, interceptar y bloquear comunicaciones, tanto del gobierno como de contingentes militares. (Ver informe confidencial respectivo)”.


Inscritas en estas mismas directrices, las violaciones de nuestro espacio aéreo en las fachadas atlántica y caribeña se han hecho frecuentes. Afortunadamente han podido ser detectadas y neutralizadas por nuestra aviación militar, como lo demuestran estas recientes declaraciones del ministro Padrino López: “… una aeronave militar tipo DASH-8 perteneciente a la Guardia Costera de los Estados Unidos, procedente de la base militar estadounidense en Hato Rey, Curazao, violó la Región de Información de Vuelo (FIR) asignada a Venezuela para realizar labores de inteligencia a 130 millas náuticas de la isla de Margarita, donde se realizaba en ese momento la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). La aeronave fue interceptada por cazas venezolanos y regresó a la base militar de donde procedió” (4). Pero no es éste el único caso, ya que en las mismas declaraciones el ministro también señaló: “No es sólo este caso; son 32 violaciones a nuestra Región de Información de Vuelo que se han registrado en lo que va de 2016”.


En resumen, está demostrado que la invasión está rigurosamente planificada y ensayada y si todavía no han procedido al menos con la primera parte del plan es porque a los gringos, a pesar de sus constantes y rudas amenazas, sólo les atrae invadir de manera directa con sus propias fuerzas, cuando se trata de países militarmente débiles o que se hayan desarmado voluntariamente, lo cual no es nuestro caso; y además, porque a pesar de todas las amenazas y pataletas del cipayo Almagro, el imperio no ha contado con la mayoría calificada de 2/3 de los estados miembros de la OEA (23,33 miembros), quorum que será imposible de alcanzar mientras los 11 países miembros del ALBA-TCP que tienen voto en la organización mantengan su actual respaldo a la revolución bolivariana y a ellos se sume al menos otro país que, tal como están las cosas, podría ser El Salvador o algún país miembro del Convenio Petrocaribe que no fuese miembro del ALBA.


La consideración de que la correlación de fuerzas en la OEA podría estar cambiando en nuestra contra, derivada de la votación con la que derrotamos la propuesta del Paraguay en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, 88 votos contra 21 (5), todos presumiblemente países americanos, y el hecho comprobado de que el imperio podría estar preparándose para disparar sus cañonazos de billetes verdes en contra de algunos países débiles de la región, como ya lo hizo exitosamente en el caso de la expulsión de Cuba en 1962, son los factores que nos han llevado a asignar una alta probabilidad de ocurrencia a este escenario en el corto plazo.


Así mismo, tres hechos nos llevan a considerar que en caso de alcanzar la correlación de fuerzas requerida en el seno de la OEA, la proyectada invasión pudiera tener lugar a mediados del próximo mes de noviembre, tales hechos son: las elecciones presidenciales norteamericanas, la anunciada visita de Henry Ramos Allup a Washington para reunirse con el secretario Almagro y presumiblemente con otros funcionarios del imperio y la celebración de la Fase Atlántico de la Operación UNITAS LVII.


Por razones obvias es poco probable que la administración Obama, por más dependiente que sea del Pentágono y las Agencias de Seguridad, se atreva a tomar tan grave decisión antes del 08 de noviembre, día en que se celebrarán las elecciones presidenciales estadounidenses.


El Presidente de la Asamblea, a pesar de haber declarado pomposamente como es su costumbre que: “Vamos a presentar una relación pormenorizada y más actualizada de los hechos, porque todo se ha agravado desde julio cuando estuvimos allá, para que, a consecuencia de ese agravamiento, se utilicen y apliquen otros mecanismos establecidos en la Carta Democrática” (6), lo que representa una clara invitación a que nos intervengan el país, no ha anunciado la fecha, aunque es altamente probable que sus reuniones hayan sido programadas para unas fechas posteriores al día de las elecciones.


Los Ejercicios Navales UNITAS han sido siempre una oportunidad que el imperio no ha desaprovechado para emplazar elementos importantes de su equipamiento aeronaval en las cercanías de nuestras aguas territoriales, en momentos de gran trascendencia política para el país, con innegables propósitos de carácter injerencista de todo tipo. En prueba de ello podemos señalar los siguientes casos:


·       La celebración de la UNITAS LIII, en aguas del Caribe Occidental entre los días 17 y 28 de septiembre de 2012, a escasos días de las cruciales elecciones presidenciales del 07 de octubre, en la cual según declaraciones del comandante de la Cuarta Flota norteamericana se desarrollaron escenarios de guerra de alta gama, con importantes elementos de “Guerra Electrónica”, a los cuales pudo estar asociada la inmensa cantidad de intentos de ataque cibernético que sufrió el sistema del CNE por esos días, incluso el propio día de las elecciones.


·       La presencia muy próxima a nuestras aguas territoriales, a pocos días y durante las elecciones legislativas del 06 de diciembre del 2015, del USS George Washington (CVN-73), portaaviones estadounidense de propulsión nuclear de la clase Nimitz, una auténtica fortaleza flotante con una tripulación de 3.200 efectivos, 2.480 efectivos de tropa,  90 aeronaves, entre aviones y helicópteros y equipado con modernos dispositivos de guerra electrónica (7); siendo oportuno y necesario decir que esta valiosísima pieza de la panoplia militar gringa que regresaba de los Ejercicios UNITAS LVI, fase Atlántico, celebrados en las costas brasileñas entre los días 13 y 27 de noviembre, tuvo que retirarse ante la inminente llegada a aguas del Caribe del portaviones Kuznetsov, importante componente de la armada de la Federación de Rusia (8).


Lo que me lleva a vincular las próximas maniobras UNITAS LVII 2016, en su fase correspondiente al océano Atlántico, a una eventual invasión de nuestro país, es que en total contradicción con lo que ha venido siendo la costumbre, el país anfitrión y la fecha de realización se han mantenido en secreto hasta el momento de escribir estas líneas; siendo oportuno señalar a manera de ejemplo, que en el caso de las UNITAS LVII en su fase del océano Pacífico, celebradas en Panamá entre el 18 y el 28 de septiembre del presente año, toda la información general relativa a las mismas estuvo en la red, al alcance de todos, desde por lo menos el mes de marzo de 2016.


Extrema suspicacia nos causa también el hecho de que lo único claro en relación a estas funestas maniobras es que como es costumbre que el país anfitrión no se repita y las del año pasado, como ya hemos visto se celebraron en Brasil, ellas podrían celebrarse en cualquier momento a partir de ahora, en Colombia o la Argentina, países extremadamente genuflexos frente a los dictados del imperio y francamente adversos a nuestra revolución o en el Uruguay que es un escabroso país que recientemente demostró cuán fácilmente se podía poner a favor del imperio, al cambiar escandalosamente su posición en el caso de la presidencia de Venezuela en el MERCOSUR.


Sabiendo que el desarrollo de la invasión con arreglo a este escenario requiere que exista en el país un estado de conmoción o de violencia generalizada tal como el que se propone generar la contrarrevolución local, según confesión de sus más conspicuos voceros, en el más que seguro caso de que el Referendo Revocatorio no sea convocado para este año, nuestra principal tarea actual es evitar a todo trance que tengan éxito en este intento.


Pero como mantener a raya a la contrarrevolución local no basta para frenar la eventual invasión, pues siempre el imperio podrá inventarse una acción de falsa bandera en su contra o en contra de un país vecino que le sirva de justificación, no nos queda otra opción que prepararnos para resistirla eficazmente, potenciando la unión cívico-militar y el apoyo de nuestros aliados internacionales.


Como tantas veces hemos dicho en estas notas, somos un país pacífico, pero si el imperio se empeña en venir por nosotros no tendremos otra opción que enfrentarle y en este caso no tengo duda de que habremos de propinarle su segunda derrota militar en América.


¡De pie o muertos, nunca de rodillas!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!


Caracas, octubre 15 de 2.016