¿Ha
llegado la hora para que Venezuela solicite la ayuda de sus potencias amigas?
Carlos
E. Lippo
“Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que
la luz”
José Martí
Es
indudable que la reciente gira del secretario Tillerson por Méjico, Argentina,
Colombia, Perú y Jamaica, estuvo bastante lejos de alcanzar los objetivos buscados.
En efecto, los magros logros de esta gira urdida por la más alta dirección del
imperio con el propósito declarado de consensuar la aplicación de nuevas sanciones
a Venezuela en materia petrolera, sanciones que obviamente habrán de generar un
impacto adverso sobre la mayoría de esos países cipayos, y al mismo tiempo
volver a insistir en la conformación de una fuerza multilateral para
intervenirla militarmente, volvieron a dejar a los “halcones” del imperio y a sus fans de la contrarrevolución
nacional y mundial con los crespos hechos.
En
apoyo a este señalamiento podemos citar unas palabras de Adolfo P. Salgueiro,
uno de los más conspicuos ideólogos de la contrarrevolución venezolana,
contenidas en un artículo titulado “Viaje
de Tillerson, ¿éxito o fracaso?” (1),
que de manera textual pasamos a citar a continuación: “De las declaraciones y conferencias de prensa ofrecidas por Tillerson
y sus anfitriones durante el periplo se deduce algún grado de entendimiento,
pero es evidente que todos los jefes de Estado visitados han sido sumamente
cautos en comprometerse a nada que no sea el anuncio de su preocupación por la
situación venezolana y la voluntad de cooperar en la búsqueda de una solución”.
Y
es que en Méjico, uno de los “pesos
pesados” de la región, a pesar de la sumisión y de la hipocresía con la que
vienen actuando aquellos que ni siquiera alcanzan a ser hijastros de Juárez,
Morelos, Pancho Villa, Emiliano Zapata y Lázaro Cárdenas, el canciller Luis
Videgaray ha dicho públicamente que “Méjico
no respaldará ninguna opción que incite el uso de la violencia interna o
externa para solucionar la crisis de Venezuela” (2).
Mientras que en la Argentina, otro de esos “pesos pesados”, el canciller Faurie insistió
en que antes de tomar medidas en torno a las ventas y el comercio del petróleo
es esencial realizar un "monitoreo
preciso" acerca de la intensidad de su impacto adverso sobre los
países de la región (3).
Resultando imposible dejar de tomar en consideración que en el Brasil, el mayor
de los “pesos pesados”, que en esta
ocasión no fue visitado por el magnate petrolero disfrazado de diplomático, su
canciller Aloysio Nunes había expresado, en la ocasión en la que el vendepatria
Ricardo Hausmann solicitase una intervención militar a comienzos de año, que la
salida democrática para la crisis que atraviesa Venezuela no es una
intervención militar, asegurando además
que de darse este escenario, Brasil no enviaría tropas a Venezuela (4).
Sólo
en Perú y Colombia, sus extremadamente corruptos narcogobiernos, convertidos
por obra y gracia de su sumisión incondicional a los dictados del imperio en
los auténticos enanos éticos de la región, tuvieron alguna acogida las
propuestas imperiales y eso después de que Tillerson les asomase “el garrote” de cortarles la ayuda
financiera para el “combate” a las
drogas, adelantándose a satisfacer de manera expedita los deseos de su jefe
Trump, quien al mismo tiempo que lo enviase a dar la cara por el imperio en
esos países, dijese petulantemente como es su costumbre: “Quiero detener la ayuda” (5), después de que el
comisario en funciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin
McAleenan, le dijese que la cocaína provenía principalmente de Colombia y Perú,
y que el tráfico se realizaba a través de México y América Central.
Pero
tampoco en esos países los logros obtenidos por el imperio han sido para tirar
sombreros al aire, ya que el Perú, si bien parece haberse apartado de la
premisa de que los venezolanos deben resolver solos su “terrible situación”, las palabras con las cuales su cancillera Cayetana
Aijovín inauguró la nueva doctrina no pudieron ser menos comprometedoras: “La situación de Venezuela ya no es una
situación que solamente le compete a los venezolanos. Es una situación que ha
generado crisis en la región” (6). Así
mismo en Colombia, aparte de las manidas andanadas injerencistas de Santos en
contra de Venezuela, sólo es de destacar unas extremadamente lacayunas palabras
dirigidas al pichón de procónsul: "Compartimos
los valores de la democracia y las libertades que nos dejaron los padres de
nuestras respectivas patrias" (¡?); y más adelante: "Esperamos seguir trabajando con usted,
con la administración del presidente Trump, para profundizar aún más nuestra
gran relación, que más que de aliados y socios, es de amigos" (7). ¿En verdad será que este émulo
del traidor Santander encuadernado en rústica ignora que EEUU no tiene amigos,
sino intereses?
Sin
embargo, el no haber logrado los objetivos asignados a la gira no significa en
modo alguno que el imperio habrá de desistir ni siquiera temporalmente de su
intención de invadirnos, sumando la mayor cantidad posible de los países
cipayos de la región a esa terrible empresa y asegurándose al menos la
neutralidad cómplice de los otros. Una serie de hechos protagonizados o
promovidos por el imperio durante la última semana, que pasaremos a citar a
continuación, así lo evidencia:
·
La orden de no firmar el “Acuerdo de Convivencia y Paz”, impartida
a la dirigencia de la delegación opositora venezolana que estaba presente en
República Dominicana para suscribirlo, según lo han atestiguado el presidente
Danilo Medina y el expresidente Rodríguez Zapatero. Orden que según Jorge
Rodríguez, jefe de la delegación del gobierno revolucionario fue transmitida
desde Bogotá por Santos, Tillerson o por ambos, en ocasión de su reunión de
fecha 06 de febrero (8).
·
La muy reciente visita del jefe
del Comando Sur de los Estados Unidos, Kurt W. Tidd, a territorio colombiano
con la intención de reunirse con altos funcionarios civiles y militares de ese
país, con el propósito declarado de concertar esfuerzos en la construcción de
la paz y seguridad en la región (9),
en momentos en los que ya sabemos perfectamente qué significa para los gringos la
construcción de “la paz y seguridad de la
región”.
·
Las órdenes impartidas por
el imperio a los gobiernos cipayos de Colombia y Brasil, de incrementar la
presencia de efectivos militares en los espacios fronterizos con Venezuela,
diligente y vergonzantemente cumplida por ellos, como es público, notorio y
comunicacional.
·
La presencia de efectivos
del Comando Sur en la región de Tumaco (suroccidente de Colombia), el pasado
domingo 11, con el propósito declarado de realizar maniobras con efectivos del
ejército colombiano tendientes a contrarrestar “las amenazas de seguridad” en la zona, según lo declarase el
almirante Tidd, al momento de señalar además desde su cuenta Twitter que
Colombia "es un socio fuerte y de
confianza" para los Estados Unidos (10).
·
Una reunión celebrada en
Washington, en días recientes, entre Donald Trump y el más alto funcionariado
del imperio, en la cual éste nos vuelve a amenazar abierta y descaradamente con
una intervención militar (11).
·
La presencia comprobada de
dos fragatas de guerra gringas, de las usadas para escoltar portaaviones en
campaña, en aguas de la isla de Aruba, el pasado lunes 12 (12)
y la presencia, que aún no hemos podido comprobar, de otra fragata de la armada
de Holanda.
·
Una ilegal incursión en
nuestro territorio de efectivos militares y policiales de Colombia, el pasado
martes 13, en el sector La Mona, en Ureña, Estado Táchira, oportunamente
repelida por efectivos de la FANB (13).
·
El retiro de la invitación a
Venezuela para participar en la VIII Cumbre de las Américas, a celebrarse en
Lima, Perú, a mediados de abril del presente año. Hecho acordado por esa
cofradía de gobiernos cipayos que llaman el Grupo de Lima en su reunión del 13
de febrero (14), y que constituye
nuestra exclusión ilegal y vergonzante del sistema interamericano, del cual
estamos en proceso de desligarnos desde mediados del pasado año.
·
Unas medidas anunciadas por
el departamento del tesoro gringo, el mismo martes 13 de febrero, destinadas a
impedir que empresas petroleras norteamericanas se atrevan a contratar con
nuestra estatal Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA) (15).
·
Una serie de atentados
terroristas perpetrados en contra del Sistema Eléctrico Nacional, el último de
los cuales ocurrió a primeras horas del día de hoy, dejando sin servicio densos
sectores del Distrito Capital y el estado Miranda por más de tres horas (16);
siendo absolutamente verosímil que dada la total desarticulación de la contrarrevolución
local, hayan sido hechos planeados y financiados directamente por la embajada
norteamericana.
La mayoría de estos hechos sirven de apoyo a nuestra
hipótesis de que la intervención militar del imperio habría de tener lugar
desde Colombia (17), a cargo de
efectivos paramilitares o regulares del ejército colombiano junto a militares
gringos, presentes ya en territorio colombiano en sus más de once bases
militares y en el vecino territorio panameño. Sin embargo, su mayor aval lo
constituyen unas muy recientes declaraciones de dos insignes venezolanos
dotados de absoluta credibilidad y respeto: Roy Chaderton Matos, diplomático de
amplísima trayectoria, ex embajador en Colombia y ex Representante Permanente
en la OEA, y Tarek William Saab, ex Defensor del Pueblo y actual Fiscal General
de la República.
Decía
Chaderton, con el lenguaje punzante que le es característico cuando de defender
la revolución se trata: “… el ‘Imperio’
está dispuesto a arriesgar la vida de hasta el último soldado colombiano”,
en ese funesto empeño; señalando seguidamente “… pudieran entrar por el Sur del Lago, si no los atrapamos antes, cosa
que si haremos porque tenemos calidad tecnológica, municiones y coraje” (18).
Por
su parte, el Fiscal General, parco y preciso en el hablar como es su costumbre,
aunque visiblemente emocionado, denunció las pretensiones que existen de
agredir a Venezuela desde Colombia con las siguientes palabras: “… desde Colombia se está planeando reeditar
épocas ya canceladas en la historia de la humanidad como lo es el bombardeo
militar, la invasión militar, como lo es la ocupación a sangre y fuego de un
país pacífico como Venezuela" (19).
Considero,
al igual que el embajador Chaderton, que contamos con la capacidad tecnológica,
las municiones y el coraje requeridos para rechazar al invasor colombiano,
haciéndolo retroceder hasta el otro lado de la frontera, si es que hubiese
logrado penetrarla; no obstante, siendo el caso el que la resistencia no es
sólo contra ellos sino contra el imperio y las potencias de la OTAN, se trata
de solicitar, sin ningún tipo de complejos el apoyo de las potencias amigas:
Rusia y China, entre ellas.
Habiendo
recibido el apoyo diplomático irrestricto de ambas naciones a lo largo de este
larguísimo período de agresiones imperiales y contando con su poder de veto en
el Consejo de Seguridad de la ONU en el caso de que la muy rudimentaria
diplomacia gringa se atreva a solicitar, ahora en serio, el aval del máximo
organismo planetario, estimamos que ello no es suficiente, sino que es
necesario recibir una demostración tangible de que estarían dispuestos a
apoyarnos en el terreno militar, más allá del alcance de los convenios de cooperación
suscritos, si ello fuese necesario.
Ignoro,
por obvias razones, si la solicitud de ayuda a la que me estoy refiriendo ya ha
sido tramitada; en todo caso, propongo que la Asamblea Nacional Constituyente
(ANC), en uso de sus atribuciones, se aboque a ir despejando los posibles
obstáculos constitucionales que pudiesen limitar el que podamos recibir una
ayuda militar como la que tan exitosamente hubiese prestado Rusia al heroico pueblo
de Siria.
"Es la hora de los
hornos", dijo Martí.
¡Es la hora de los pueblos!
¡Es la hora del futuro! ¡Sin vacilar, Venceremos!
¡Hasta
la Victoria Siempre!
¡Patria
o muerte!
¡Venceremos!
(19)
http://www.laiguana.tv/articulos/82221-fiscal-saab-denuncia-pretensiones-agredir-venezuela-colombia
celippor@gmail.com
Caracas, febrero 14 de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario