Venezuela-EE.UU:
¿quién es una amenaza para quién?
Carlos
E. Lippo
En
fecha ya tan remota como el año 2007 un memorándum oficial de la Agencia
Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA) incluía a Venezuela entre sus
seis “objetivos prioritarios”, siendo
China, Rusia, Corea del Norte, Irán e Irak, los otros cinco países señalados en
el mismo con igual carácter. Dicho documento fue filtrado en el año 2013 por el
ex consultor tecnológico estadounidense, antiguo empleado de la CIA y la NSA, Edward
Snowden, al diario británico “The Guardian”,
que a su vez lo cedió a “The New York
Times” (1). Sin embargo, antes de continuar debo abrir un breve paréntesis para declarar que considero un verdadero honor el que
nuestro país figure al lado de países que siendo tan diferentes al nuestro
compartan con nosotros, entre otras muchas cosas positivas, el que sus gobiernos estén absolutamente
negados a aceptar los dictados del imperio.
El
conocido diario neoyorquino, un miembro conspicuo de la canalla mediática internacional
que permanentemente hostiga a Venezuela, en el artículo mediante el cual presentaba
este documento señalaba que uno de los objetivos del mismo era “ayudar a los encargados políticos
(estadounidenses) a prevenir que Venezuela obtuviese sus objetivos de liderazgo
regional y desarrollase políticas que impactasen negativamente los intereses
globales de EE.UU", y es que según decía el mismo diario, el gobierno
de George W. Bush se veía "en una
competición por el liderazgo en Latinoamérica con el líder de Venezuela, Hugo
Chávez".
Es
razonable suponer entonces que este
objetivo y esta competitividad se hayan ido intensificando en el tiempo a
medida que nuestra revolución, de la mano de El Comandante, iba alcanzado cada
vez mayores logros a lo interno de nuestro país, al mismo tiempo que se
colocaba en posiciones cimeras en la escena internacional, contribuyendo decididamente
a importantísimos logros en materia de la integración regional (ALBA, UNASUR,
CELAC y Petrocaribe) y de la conformación del actual mundo multipolar que acabó
enterrando la desdichada y estúpida tesis del ”fin de la historia”. Todo ello logrado en medio de la más
descomunal injerencia de ese inmoral imperio, materializada a través de la
inmensa cantidad de acciones ilegales, extremadamente cruentas algunas de ellas, que éste planificó,
promovió y financió, con el mayor desparpajo y el más descarado apoyo de la
canalla mediática nacional e internacional, entre los días iniciales de la
revolución y la prematura muerte de El comandante, inducida por agentes
imperiales en connivencia con traidores locales, como habrá de ser plenamente
demostrado, espero que mucho más temprano que tarde.
Considero
que las acciones y operaciones sicológicas de naturaleza terrorista ejecutadas
por miembros de la oposición vendepatria con el concurso de mercenarios de
diferentes nacionalidades, al igual que las frustradas por la oportuna
intervención de los organismos de inteligencia y prevención con el apoyo del
pueblo revolucionario desde el día siguiente a la elección del Camarada Maduro
hasta el pasado 30 de julio, día de la elección de la actual Asamblea Nacional
Constituyente, todas ellas planificadas, promovidas, apoyadas y coordinadas por
el imperio, aún sin haber materializado su invasión, no tienen precedente en
nuestro continente, siendo sólo son comparables, a juicio mío, con algunas de las
desarrolladas en contra de la revolución cubana, a lo largo de sus más de
cincuenta años de existencia.
Ocurre
adicionalmente que, en medio de tan arteros ataques, nuestra revolución no sólo
es que ha sobrevivido dignamente, sino que se ha convertido, sólo por la vía
del ejemplo y de la excelsa presencia del Comandante Eterno y ahora de su
legado, en inspiradora de otros movimientos revolucionarios exitosos a nivel
continental conocidos por todos y en un auténtico faro de luz capaz de orientar
a los más diversos movimientos revolucionarios a nivel planetario. Por lo que resulta perfectamente explicable
entonces que Obama haya emitido aquella infamante “Orden Ejecutiva” del 09 de
marzo de 2015, ya que el imperio nos considera una real amenaza, a pesar de estar
situados a miles de kilómetros de distancia de su territorio; de que no
contamos con armas de alcance estratégico; y de que nunca hemos empleado
recursos ni funcionarios para conspirar en contra del orden constitucional
estadounidense.
Como
quiera que con cada intento fallido de significación a lo largo de todos estos
años (golpe de abril de 2002; paro-sabotaje petrolero 2002-03; incursión
paramilitar colombiana y “guarimbas”
de 2004; “guarimbas estudiantiles” de
2007; acciones armadas de desconocimiento del triunfo de Maduro en mayo de 2013;
acciones terroristas de “La Salida”, febrero
a mayo de 2014; “Golpe Azul” de
febrero 2015; y acciones terroristas de abril a julio del presente año), el imperio
ha perdido una cantidad importante de sus operadores locales, y que los que aún
le quedan han demostrado ser absolutamente ineficientes, no le ha quedado otra
opción que intentar asumir directamente las futuras acciones de la contrarrevolución
local, incluyendo una intervención militar directa, tal como lo ha señalado de
manera explícita el mismísimo Donald Trump en unas terribles declaraciones ofrecidas
la semana pasada, luego de reunirse con su secretario de Estado, Rex Tillerson;
su asesor de seguridad nacional, H.R. Mc Master; y su embajadora ante la ONU,
Nikki Haley (2).
En
relación al alcance real de tales declaraciones consideramos que es necesario
poner enteramente en tela de juicio unas declaraciones de Noam Chomsky, ese presunto
anarquista estadounidense que con demasiada frecuencia gusta de enmendar la
plana al imperio aparentando atacarlo, que pretenden minimizar el impacto de
las amenazas de Trump, señalando que son “irresponsables”
aunque “típicas” de anteriores
presidentes, para luego entrar en flagrante contradicción al decir que "… la mejor esperanza es que algunos de
los generales a su alrededor, que presumiblemente entiendan las consecuencias,
logren controlarlo" (3).
No
puede haber dudas en relación a que el imperio está plenamente determinado a
invadirnos militarmente mucho más temprano que tarde, sólo que como ha dicho ese
famosísimo periodista australiano llamado John Pilger, que ha actuado como corresponsal
de guerra en conflictos tan álgidos como los de Vietnam, Camboya, Egipto,
India, Bangladés y Biafra: “… Washington sólo invade países indefensos,
y Venezuela no está indefensa…” (3),
por lo que a juicio nuestro habrá de intentar hacerlo con el apoyo de aquellos países latinoamericanos que le son más incondicionales,
esto es: Colombia, Perú, Méjico, Honduras, Panamá y Paraguay, entre otros.
Es
en procura del apoyo militar de estos países cipayos que el vicepresidente Mike
Pence está realizando su actual gira suramericana que lo ha llevado a Colombia,
Argentina, Chile y lo llevará a Panamá, durante la cual no sólo es que no ha
tratado de atenuar el terrible impacto de las declaraciones de su jefe, ya
mencionadas, sino que se ha atrevido a tildar a Venezuela de “estado fallido”, al igual que antes
otros funcionarios de igual o mayor nivel lo hicieron en países que luego
resultaron invadidos (Afganistán, Irak y Libia, entre ellos), y ello nada más y
nada menos que en el “Estado Forajido de
Colombia” (4).
Una
demostración palpable de que el imperio está tratando de conformar una fuerza
militar multinacional para invadir a Venezuela lo constituye la celebración de
una serie de ejercicios y maniobras militares conjuntas a lo largo del presente
año en territorio suramericano y del caribe, cuando lo usual desde comienzos de
los años sesenta era celebrar anualmente sólo las Maniobras Navales UNITAS. A
continuación presentamos un listado público, tomado de la página de Google, contentivo
de este tipo de maniobras, celebradas y por celebrarse durante el año en curso:
- Maniobras
Navales “Tradewinds 2017” (Vientos
Alisios 2017), celebradas en el mar territorial de Barbados, del 06 al
12 de junio y en las aguas territoriales de Trinidad & Tobago, a 600
km. de la costa venezolana, del 13 al 17 de junio, con participación de
efectivos militares de países de la región del Caribe (Méjico, Antigua y
Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, República Dominicana,
Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Surinam, San
Vicente y las Granadinas y Trinidad & Tobago), junto a las de los
siguientes países de la OTAN: EEUU, Canadá, Francia y el Reino Unido (5).
- Maniobras
aéreas Colombia-Estados Unidos, celebradas durante los días 15, 16 y 17 de
julio en el espacio aéreo de la base estadounidense de Palanquero
(Colombia), a 300 km. de la línea fronteriza del Táchira (6).
- Maniobras
Navales UNITAS LVIII-Fases del Pacífico y Anfibia, celebradas en las
costas del Perú, entre el 13 y el 26 de julio, con participación de
efectivos militares de los siguientes países: Argentina, Australia, Brasil, Canadá,
Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala,
Honduras, Indonesia, Italia, México, Panamá, Paraguay, España, y Reino
Unido (7).
- Participación
de efectivos de las fuerzas aéreas de Colombia y Brasil en el ejercicio
internacional “Mobility Guardian”,
celebrado en Seattle, estados Unidos, entre el 29 de julio y el 12 de
agosto (8).
- Ejercicios
Militares AmazonLog, a celebrarse en la ciudad brasilera de Tabatinga, en
el estado Amazonas, que haciendo frontera con Leticia (Colombia) y Santa
Rosa (Perú), dista unos 700 km. de la frontera de Brasil con Venezuela, a
celebrarse entre el 6 y el 13 de noviembre próximos, con la participación
de las fuerzas armadas de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá,
Perú, Uruguay, Estados Unidos y Canadá (9).
- Maniobras
Navales UNITAS LVIII-Fase del Atlántico, a celebrarse, como es costumbre,
en un país de la costa atlántica suramericana (Argentina, Brasil o
Uruguay), durante el último trimestre del año, según detalles que no
pudieron ser obtenidos.
Para
finalizar sólo me queda por decir que la amenaza militar del imperio sobre
Venezuela es absolutamente real y que lamentablemente podría ser materializada
en cualquier momento a partir de ahora, mientras que la amenaza que nosotros
pudiéramos representar para la hegemonía imperial, nunca de carácter militar,
es algo que nos enorgullece y que al ser
reconocida por nuestros aliados, gobiernos y movimientos sociales a nivel
mundial, debiera promover su más decidido apoyo a nuestra revolución junto al
más contundente rechazo a las bastardas pretensiones del imperio.
Aunque
celebro y agradezco aquella frase de Pilger con la que trata de exaltar a la
revolución bolivariana hasta el infinito, al señalar que “Si Venezuela cae, la humanidad
cae" (3),
no la comparto en su totalidad; prefiero decir que si Venezuela cae, toda la
América Latina estará en riesgo inminente de volver a ser el “patio trasero” de los Estados Unidos y
esto, que es de tan extrema gravedad, no puede ser permitido por nadie en el
seno de la comunidad mundial “decente”,
ni mucho menos por nuestros aliados del ALBA-TCP, ni por nuestras potencias
amigas: Rusia, China e Irán.
¡Hasta
la Victoria Siempre!
¡Patria
o muerte!
¡Venceremos!
(3) http://www.telesurtv.net/news/Chomsky-y-Pilger-Si-Venezuela-cae-la-humanidad-cae-20170813-0024.html
celippor@gmail.com
Caracas, agosto 18 de
2017
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