Es
realmente suicida seguir alojando nuestros portales web en Servidores del
imperio
Carlos
E. Lippo
En
las primeras horas del 31 de julio, muy poco tiempo después de que fuesen
divulgados los resultados oficiales preliminares del proceso comicial que
sirvió para elegir a los miembros de nuestra soberanísima y plenipotenciaria
Asamblea Nacional Constituyente (CNE), los cuales dieron cuenta de que un poco
más de 8 millones de electores, buena parte de ellos poniendo en peligro su integridad
física ante los últimos estertores de la arremetida terrorista de la
contrarrevolución, atendiésemos a la propuesta de paz del Presidente Maduro,
dando un fuerte e inequívoco respaldo a la revolución bolivariana, fue
intervenido el portal web oficial de ese organismo por un grupo ciber terrorista
que se ha identificado con el ridículo nombre de “The Binary Guardians” (1).
¡Gringos
o vergonzantes pitiyanquis tienen que ser!
Al iniciar su acción subieron al portal la
asquerosa pantalla mostrada en la figura que ilustra este artículo; antes de
ser neutralizados, y haciendo uso del prepotente y estúpido léxico de la
contra, subieron una cantidad de mensajes amenazantes tales como: “Venezuela va a arder” y “Esto apenas acaba de comenzar”. Al
momento de terminar de escribir estas líneas (las 9,30 pm), el portal aún o
había podido ser restaurado, de manera que al intentar acceder a www.cne.gob.ve, en procura de cualquier
información oficial del Poder Electoral venezolano, Usted será direccionado a un
portal comercial gringo con diferentes ofertas para la administración de un
portal web.
También
intentaron “hackear” el portal web
oficial del canal televisivo del estado venezolano (www.vtv.gob.ve), sin poder lograr éxito
alguno. Es evidente que a la contrarrevolución no pudiendo derrotar al valiente
pueblo venezolano, ni con los votos, puesto que se abstuvieron de participar en
el proceso, ni con las balas, pues la unidad cívico militar logró, si no neutralizar
del todo al menos confinar la demencial ofensiva paramilitar que desplegaron, a
sólo 5 de los 335 municipios del país, no se le ocurrió otra cosa que tratar de
invisibilizar este clamoroso y
esperanzador triunfo de la revolución bolivariana, por esta comodísima vía,
puesto que para ello no les basta con tener de su lado a toda la canalla
mediática internacional.
Afortunadamente
los intentos de intrusión que debieron realizar sobre los sistemas operativos
del CNE, tal como lo habían venido haciendo en ocasión de anteriores procesos,
fueron nuevamente infructuosos. Imaginemos por un momento cual hubiese sido la
posición triunfalista de la contra en el caso de que como producto de un hackeo
se hubiesen logrado alterar los datos reales de participación en el proceso,
cuando sin soporte técnico alguno, sus voceros más conspicuos, desde Capriles
R, y Ramos Allup, hasta Julio Borges y Delsa Solórzano, han tenido los santos
riñones de estimar entre el 2,8 y el 9 %, lo que ha sido todo un record de participación
para este tipo de evento en nuestro país (41,53 %).
Es
también providencial el que hayan fallado en su intento de intervenir el portal
de Venezolana de Televisión, eje del sistema público de televisión, ya que los todos
los canales televisivos privados que transmiten en señal abierta, a la mejor
usanza del 13 de octubre de 2002, cuando silenciaron las acciones ejecutadas
por el pueblo chavista para restaurar el gobierno revolucionario del Comandante
Chávez, optaron por ignorar casi totalmente tan importante evento noticioso.
Imaginemos también por un momento, los falsos positivos que pudieron haber
difundido por el único medio televisivo revolucionario de alcance nacional.
Lo
dicho anteriormente demuestra la validez de la hipótesis que formulásemos en un
reciente artículo titulado ¡Alerta, que
están tratando de intensificar la guerra cibernética! (2), fundada
de manera general en la experiencia derivada de algunos de los ataques
cibernéticos de los que hemos sido blanco desde los albores de la revolución
bolivariana y de manera específica, en una serie de recientes ataques que aún
se mantienen sobre la plataforma tecnológica de soporte de los medios de pago con
tarjeta magnética de los principales bancos del estado, lo cual aunado a la escasez
de dinero físico derivada de la extracción de billetes resultante del
contrabando de extracción y de la introducción de un nuevo cono monetario
requerido para poder manejar la alta inflación generada por la guerra económica,
crea un hondo malestar en la población necesitada de adquirir bienes e insumos
en el mercado local.
Los
éxitos alcanzados con la importante neutralización de algunos de los intentos
de intrusión referidos dan fe de que hemos logrado crear algunos de esos ejércitos
informáticos de los que hablásemos en ese mismo artículo; persisten sin embargo
los riesgos derivados de la presencia de personal técnico comprobadamente
opositor y hasta colaborador de la contra terrorista en cargos de
responsabilidad en la administración de los sistemas informáticos de nuestras
empresas públicas de carácter estratégico.
Sin
embargo, jamás podremos reducir el riesgo de ataque sobre nuestros sistemas
informáticos a niveles razonables mientras sigamos siendo sujetos inmersos en una
feroz dependencia tecnológica del imperio, haciendo un uso intensivo de
programaciones (softwares) de procedencia estadounidense, que corren sobre equipos (hardware) de la misma
procedencia, algunos de ellos localizados en el mismísimo territorio imperial.
El
uso exclusivo de programaciones libres, esto es, susceptibles de ser
ejecutadas, copiadas, estudiadas, distribuidas, modificadas y mejoradas por los
usuarios debe ser de obligatorio cumplimiento en las instituciones del estado,
tal como lo prevé más de un instrumento legal que habiendo sido promulgados hace
algún tiempo, son actualmente letra muerta en la mayoría de las instituciones
del estado.
Como
la tecnología de fabricación de los equipos es algo que insume mayor tiempo en
ser desarrollada y puesta en operación, debemos comenzar a considerar otros
desarrolladores distintos a los Estados Unidos, siendo Rusia y China unas
reales opciones de cambio, que deben ser implantadas desde ya por conducto de alguno
de los programas de cooperación que hemos suscrito con esos grandes aliados. El
alojamiento de nuestros portales web de carácter estratégico en servidores
localizados en territorio estadounidense es una “facilidad” que debe ser
abandonada desde ya so pena de ser rehenes irredentos de esa
injerencista y voraz nación.
Aunque
sea una verdad de Perogrullo es necesario reiterar que nuestra información
jamás estará segura ni nuestros sistemas, por más robustos que ellos sean, serán
razonablemente inmunes a intrusiones mientras sigamos dependiendo de los
recursos informáticos del imperio. Demuestra este planteamiento el reciente
caso de www.ensartaos.com.ve, portal de
genuina estirpe revolucionaria y antiimperialista fundado hace casi 10 años por
el profesor José Sant Roz, que como miembro de su equipo editor me voy a tomar
la libertad de referir a continuación: hemos permanecido bloqueados desde el
pasado miércoles 26 de julio. No se trata de que a lo largo de estos años no
hayamos sido víctimas de este tipo de contingencias, que para nosotros ya se habían
hecho habituales, junto a las no pocas sanciones de la inefable Google, con
cualquier pretexto. Se ha tratado ahora de un ataque despiadado y poco
previsible, ejecutado en forma directa sobre el
servidor de respaldos
y consecuentemente sobre la
base de datos,
que ha producido
una pérdida total
de los registros
contenidos en ella. Actualmente nos
mantenemos ejecutando un arduo trabajo de restauración que confiamos que más
temprano que tarde nos permitirá ponerlo nuevamente en servicio, al menos en
una configuración más elemental.
¡Hasta
la Victoria Siempre!
¡Patria
o muerte!
¡Venceremos!
celippor@gmail.com
Caracas, julio 31 de
2017
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