“Debemos tener cuidado con Barack Obama”
Carlos E. Lippo
El
próximo Lunes 19, a menos que ocurra algo que nunca ha ocurrido a lo largo de
los más de dos siglos de vida independiente de los Estados Unidos, Donald Trump
deberá ser electo presidente de la república por una mayoría simple del Colegio
Electoral. Ocurre que a pesar de que Hillary Clinton, según los resultados
oficiales del proceso electoral del 08 de noviembre (1),
le aventajó en un poco más de 2,5 millones de votos populares, obtuvo apenas
232 representantes al Colegio Electoral, contra 306 de Trump, que sólo necesita
270 votos de ese cuerpo electoral para imponerse. ¡Tremendas contradicciones de la supuesta democracia más antigua del
planeta!
No
existiendo ley federal alguna que obligue a los representantes a sufragar por
el candidato que haya hecho posible su incorporación al Colegio Electoral, no
han sido pocos los esfuerzos que los
principales dolientes de la señora Clinton, capitaneados por las autoridades
del partido demócrata, una inmensa mayoría de los medios escritos y
radioeléctricos y Wall Street, han hecho por inclinar a su favor la votación de
al menos 37 de los representantes comprometidos a votar por Trump. Muchos de estos
esfuerzos tales como las manifestaciones callejeras de los primeros días
siguientes a la elección, la recolección de firmas de electores a través de la internet,
las solicitudes de reconteo de votos en los estados en los cuales ganó el
candidato republicano y las acusaciones de que hackers rusos desarrollaron
ciberataques a favor del mismo, han sido públicos y notorios, pero quién sabe
que otros intentos habrán hecho a escondidas, favorecidos por las ventajas que
le depara el continuar ejerciendo el gobierno, con una total ausencia de
escrúpulos.
Como
lo legal en el marco de este extremadamente arcaico sistema electoral es que se
confirme la elección de Donald Trump, lo natural sería que esta administración
estuviese focalizada en los temas asociados a una apropiada entrega del poder
que tendría lugar el próximo 20 de enero, y que en consecuencia se estuviese
absteniendo de continuar desarrollando políticas sobre las cuales el presidente
electo ha declarado de una u otra forma que no les daría continuidad.
Si
esto no ha ocurrido así, como queda demostrado por el descarado apoyo directo que
sigue brindando la administración Obama a sus terroristas del ISIS o EIIL (Estado
Islámico de Irak y El Levante), en todo el mundo, especialmente en Siria, y el
constante hostigamiento a la Federación de Rusia en las fronteras orientales de
la OTAN, qué otra cosa cabría esperarse de temas en los cuales estarían
aparentemente de acuerdo, como lo sería la política guerrerista en contra de
Venezuela; y es que se trata de que el entonces candidato Trump, en una de sus
últimas manifestaciones de campaña, en el propio gueto de la gusanera
cubano-venezolana de Miami, prometió entre otras cosas que si ganaba las presidenciales,
su gobierno se solidarizaría abierta y fuertemente con
los opositores a los gobiernos de Cuba y Venezuela (2).
Que
la administración Obama cree a pie juntillas que Trump habrá de dar continuidad
a su nefasta política hacia la América Latina es algo que se desprende de unas
declaraciones del propio Obama en un encuentro con jóvenes en la Pontificia
Universidad Católica del Perú, en el marco de la Cumbre de Cooperación
Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) celebrada en Lima, 19
de noviembre de 2016 (3), con
las cuales se atrevió a señalar que no cree que su sucesor haga grandes cambios
en la política del país hacia América Latina; pasando a señalar seguidamente,
palabras más, palabras menos, que: “…
ciertos gobiernos que sofocan a la oposición, no respetan el estado de derecho
o la independencia de los jueces están destinados a caer con el tiempo”, y ya
sabemos a qué gobierno en especial se habrá estado refiriendo.
Como
señalásemos en un artículo anterior publicado el pasado sábado en este mismo
portal (4), es un hecho comprobado que
el gobierno de Obama está detrás de las brutales acciones de guerra económica y
de bloqueo financiero de las que hemos sido objeto en los últimos días, entre
las cuales sobresale de manera dantesca la
extracción de nuestro territorio más de 300 mil millones de bolívares en
billetes de 100 bolívares, cantidad enorme que representa un poco menos de la
mitad del papel moneda emitido por el BCV en esta denominación, procediendo de
la misma forma como antes lo hicieron en Libia e Irak (5),
como acciones previas a las cruentas invasiones que devastaron esos países, y
que los han retrotraído en muchos aspectos a la Edad de Piedra.
Esa
acción de extraer de nuestro país la mayor cantidad de papel moneda posible,
que está inscrita en una estrategia diseñada por el Comando Sur de los Estados
Unidos en una reunión celebrada en Miami, con la asistencia de importantes
asesores económicos a finales del mes de agosto, tiene como propósito fundamental
el de provocar la “ruptura civil del
país”; así lo declaró uno de los expertos asistentes, de nombre Russell
Dallen, jefe de un banco de inversión, quien señaló además que el Almirante
Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, preguntó: “qué sucedería si Venezuela se quedara sin
dinero” (6).
El
mismo Russell Dallen, líder de la firma Caracas Capital Markets, señaló en esa
oportunidad que Tidd comparó esta situación con la que se hubiera presentado en
Grecia si el Fondo Monetario Internacional (FMI) no hubiese salido al rescate
de ese país cuando no podía pagar sus deudas. También comparó ese escenario con
el de Somalia, donde las autoridades y “amigos”
internacionales han batallado para restablecer las estructuras del estado tras varias
décadas de una cruenta guerra civil.
El
hecho de que la situación de impago (default) inducida por Citibank a mediados
de noviembre, que fuese difundida ampliamente por JP Morgan, haya sido
preanunciada en el mes de septiembre sin base económica ni financiera alguna,
no mediante la publicación de algún medio o institución de naturaleza
financiera, sino por una nota de prensa de la nefasta agencia privada de
inteligencia y espionaje Stratfor (7), da
suficiente apoyo para pensar que esta estrategia de guerra económico-financiera
que nos han estado aplicando con extrema sevicia a todo lo largo del último
trimestre del presente año, debiese constituir una tercera fase de la Operación
Libertad Venezuela, del Comando Sur de Estados Unidos, la mismísima “Freedom Venezuela
Operation 3”.
Afortunadamente,
con medidas valientes y audaces como la salida de circulación de los billetes
de 100 bolívares decretada por el Presidente Maduro el pasado domingo, con la
cual se ha asestado un golpe formidable a las mafias delincuenciales aliadas
del imperio en Colombia, Suiza, Alemania, República Checa, Ucrania y quien sabe
cuál otro país cipayo, estamos enfrentando con elevadas probabilidades de éxito
esta terrible amenaza.
Sin
embargo, el hecho de que en la XV Conferencia de Seguridad de Naciones del
Caribe (CANSEC) (8) que tuvo lugar en San
Juan de Puerto Rico el pasado sábado, con asistencia de 22 naciones del ámbito
americano, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Kurt W. Tidd, haya
incluido en el temario junto al manido tema de la lucha contra el narcotráfico
en la región, la necesidad de prever eventuales ataques de posibles células del
EIIL, es algo que debe hacernos encender todas las alarmas, pues ya sabemos a
quién responden estos sangrientos terroristas. Si la sola lucha contra el
narcotráfico les ha servido para justificar dispositivos de control militar
como el Plan Colombia y las numerosísimas bases militares que tienen
diseminadas por todos los países complacientes de la región, imaginemos qué
engendro bélico serían capaces de montar a partir de una supuesta lucha contra
el terrible estado Islámico de Irak y El Levante (EIIL).
Soy
un convencido de que Obama, que ha demostrado sentir una auténtica obsesión
fatal hacia la Revolución Bolivariana, se resiste a tener que retirarse sin
antes habernos puesto de rodillas, como ha sido su evidente intención desde que
en marzo de 2015 firmase aquella infamante orden ejecutiva. Por
ello será capaz de intentar hasta la agresión armada directa con tal de lograr
su propósito.
Como
he planteado en anteriores oportunidades es muy probable que Obama hasta se le
haya ofrecido a Trump para ejecutarle este “trabajo
sucio” antes de entregarle el mando, con la seguridad del supuesto negado
de que con esa acción logrará doblegarnos. Uno de los más recientes
nombramientos de Trump, el del anterior jefe del Comando Sur, John Kelly, como
Director de Seguridad Nacional (9), no
puede hacer otra cosa que darle mayor base de sustentación a ese planteamiento.
Recordemos
que Kelly es aquel general que en octubre del año pasado amenazó con brindarnos
su “generosa ayuda humanitaria” sólo si se le solicitaba en medio de una crisis
humanitaria, al tiempo que decía estar tan preocupado por el destino Venezuela
que nos tenía presentes en sus oraciones diarias.
Con
el optimismo que me insufla el estar convencido de que saldremos victoriosos de
cualquier aventura militar gringa, ya sea directa o a través de alguno de sus países
cipayos, gracias al apresto operacional de nuestra FANB de la cual forman parte
los diferentes cuerpos de milicia y gracias al significativo aporte de las
potencias amigas con las cuales hemos suscrito importantes acuerdos de defensa,
no puedo dejar de insistir en mi recomendación de que el gobierno
revolucionario comience a armar al pueblo desde ya, a través de sus
organizaciones más conspicuas (CLAPS, Consejos Comunales, Comunas, partidos del
GPP, etc.), de manera de poder sumarlos a un esfuerzo conjunto de defensa de la
Patria.
No
podría concluir estas notas sin antes decir que la frase que le sirve de título
ha sido entrecomillada no por ser una frase de mi autoría, pues se trata de una
frase del Comandante Fidel Castro Ruz, referida por el cineasta estadounidense
Oliver Stone, amigo de nuestra revolución, quien en unas declaraciones en el
marco del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, señaló: "Fidel
predijo todo lo que ha sucedido desde 2001". "Tenía la capacidad de
verlo todo muy claramente, de adivinar el futuro. Y en una de sus últimas
reflexiones dijo que debíamos tener cuidado con Barack Obama" (10).
¡Entonces, a buen entendedor, pocas palabras!
¡De pie o muertos, nunca de rodillas!
¡Como efectivamente queremos
la paz, tenemos que prepararnos apropiadamente para la guerra!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(9) http://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/327094/trump-nombra-john-kelly-secretario-seguridad-nacional
Caracas,
diciembre 15 de 2016
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