sábado, 10 de diciembre de 2016



Ante el recrudecimiento de los ataques del imperio el Gobierno Revolucionario debe comenzar a armar al pueblo

Carlos E. Lippo




La cuarta y última fase del “Plan Rock An Roll” (1), que como es sabido es la más reciente estrategia subversiva concebida en los laboratorios de guerra no convencional del imperio para ser desarrollada por las huestes terroristas de la contrarrevolución, iniciada el pasado día 10 de noviembre, está diseñada para ser desarrollada hasta lograr la defenestración del Presidente Maduro.

El estrepitoso fracaso de la estrategia del referendo revocatorio para intentar alcanzar este último objetivo, la posibilidad absolutamente negada de que el Presidente renuncie voluntariamente, la imposibilidad de lograr un extra constitucional adelanto de las elecciones presidenciales y la incapacidad de la contrarrevolución para generar un golpe de estado exitoso debido a la evidente carencia de pueblo y de militares golpistas de la que ella adolece, no le deja otro opción que continuar accionando para tratar de producir una intervención militar del imperio, ya sea con las fuerzas propias contempladas en el octavo de los objetivos del plan estratégico del Comando Sur, denominado “Operación Libertad Venezuela 2”, al cual nos hemos referido tantas veces en artículos anteriores (2), o con una fuerza multinacional organizada por la OEA cuya participación determinante también estaba prevista en el objetivo 6 de dicho plan.

Sin embargo, la manifiesta falta de efectividad de los partidos que conforman ese engendro político que llaman la MUD, que más bien debiese ser llamado la MUF, a causa de su elevada tasa de fracasos, con el consiguiente divorcio de las masas opositoras que pretenden liderar y representar, ha hecho necesario que sea el propio gobierno del imperio el que asuma casi con exclusividad las acciones desestabilizadoras tendientes a promover el estado de violencia generalizada que justifique la intervención, algo que no debería ser tarea de una administración a la que le resta poco más de un mes de ejercicio, a menos que esté actuando de común acuerdo con los futuros inquilinos de La Casa Blanca, cosa que no sería de extrañar.

Están siendo tan despiadados y evidentes estos ataques de la administración Obama contra la revolución bolivariana, que la muy reputada periodista y analista política de origen peruano Vicky Peláez, titula su último artículo publicado en Sputnik y en este mismo portal (3), con la impactante frase: “EEUU desata todos los demonios contra Venezuela”, a la vez que lo inicia con un párrafo que me permito citar textualmente a continuación: “El Departamento de Estado norteamericano no pierde tiempo coordinando un ataque global contra Venezuela. Todas las fuerzas reaccionarias locales y externas se han juntado en una ofensiva frontal económica, financiera, psicológica, ideológica contra la revolución bolivariana y todo lo que ella significa”.

La lectura del listado de acciones injerencistas y ataques directos en contra de nuestra revolución que  pasaré a desplegar a continuación debería ser más que suficiente para concluir que no sólo es que esta brillante escritora no ha exagerado un ápice en su artículo, sino que hasta puede haberse quedado corta, quizás por no vivir entre nosotros; veamos entonces a qué tipo de ataques y acciones injerencistas nos estamos refiriendo:

  • Ataque a nuestro signo monetario por vía electrónica, llevado a cabo por medio de los sitios web “dolartoday.com” (USA) y “bolivarcucuta.com” (Colombia), consistente en calcular y difundir diariamente por la web una cotización ficticia y creciente de la moneda norteamericana expresada en bolívares, que ha venido sirviendo de marcador para que nuestros inescrupulosos fabricantes y comerciantes fijen el precio de cuanto bien importado o fabricado con insumos importados se comercializa en el país. El tipo de cambio difundido se establece con base en la cotización del bolívar frente al peso colombiano determinada por las casas de cambio de frontera, que es impuesto por la coacción de las bandas paramilitares del narcotráfico y el contrabando de extracción. Se trata de un mecanismo diabólico que sólo ha servido para la legitimación de los capitales provenientes del tráfico de drogas y por supuesto para haber devaluado nuestra moneda en más de mil por ciento durante los últimos cuatro años, que siendo incentivado por las autoridades de USA y Colombia a espaldas del “Plan Colombia” para atacar a nuestra revolución, es operado con beneplácito de manera ruin y suicida, por nuestro empresariado felón de comprobada militancia contrarrevolucionaria.
  • Transporte fuera del país de billetes venezolanos de alta denominación y en grandes cantidades, para ser utilizado en el pago de los productos contrabandeados a los países limítrofes y desde luego para producir una escasez de billetes en el país. Se ha hablado también de transporte de grandes cantidades de billetes a países como Suiza y Alemania, lo que conduce a pensar que el papel de nuestros billetes pudiese estar siendo utilizado para la impresión fraudulenta de dólares u otras divisas fuertes. Se trata de un hecho delictivo según nuestra legislación y las de todos los países involucrados, cuyos gobiernos lo toleran para secundar al imperio en sus acciones en contra nuestra revolución.
  • Sabotaje a la plataforma electrónica de pagos con tarjetas magnéticas (Credicard), tratándose de un arma típica del Departamento del Tesoro gringo aplicada usualmente para complementar las sanciones económicas impuestas a otros países, como ya ocurrió con Siria y Rusia durante el año 2014 (4), que en nuestro caso se facilitó por el control que tienen elementos afectos a la contrarrevolución sobre dicha plataforma. Resulta evidente, tanto por la fecha en que se produjo, como por la simultánea escasez inducida de papel moneda, que se trataba además de generar disturbios de altísimo impacto negativo.
  • Ciberataque extranjero a la plataforma de acceso a Internet de CANTV, debidamente comprobado por fuentes externas insospechables de estar de acuerdo con la revolución (Digital Attack Map de Google y Telecom Italia), con el propósito de incursionar en la base de datos de PDVSA y presumiblemente de enmascarar el sabotaje anterior, dada la simultaneidad de los hechos. Ataques similares, del tipo de “denegación de acceso” (DDoS), fueron ejecutados durante la semana sobre las redes de cinco de las más importantes instituciones financieras rusas (5).
  • Bloqueo Financiero por parte de los antiguos bancos corresponsales, que deliberadamente atrasaron los pagos a terceros que estaban obligados a hacer por cuenta de PDVSA, para simular un estado de cesación de pagos (default). Ejemplo de ello es el caso del Bono de PDVSA/6 %/2024, cuyo cupón debía ser pagado el pasado 16 de noviembre; el caso es que Citibank pagó a los tenedores de estos bonos el propio día 16 y luego debitó el pago el día 17, para terminar pagando el día 23. El impago inducido fue ampliamente publicitado por JP Morgan y oportunamente registrado por las supuestas calificadores de riesgo (SP, Moody´s, Fitch…) que continuaron aumentando indebidamente nuestro riesgo país.
  • Suspensión de Venezuela como miembro activo del MERCOSUR, materializado finalmente el pasado 01 de diciembre acordado contra toda la legalidad y una serie de elementos que venían siendo de uso y costumbre en este mecanismo de integración. La incorporación del gobierno supuestamente progresista del Uruguay a la triple alianza neoliberal y fascista conformada por los actuales gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay, demuestra de manera incontrovertible el intenso grado de presión que hubo de ser aplicado por el imperio para imponer tan monstruosa decisión que pretende aislar a nuestro gobierno del resto de países de la región.

A todos estos ataques identificables plenamente con la presión indebida del imperio sobre sus agentes nacionales y extranjeros habría que añadir una violación flagrante de su rol de acompañante en la Mesa de Diálogo por parte del Estado Vaticano, a la vez que una descarada intromisión en nuestros asuntos internos, representadas ambas por la famosa carta de su canciller, el inefable Pietro Parolin (6), cuya lectura recomiendo, acciones con las cuales se vienen a materializar algunos de los riesgos inherentes a un diálogo acompañado por la máxima jerarquía católica mundial, sobre los cuales intenté llamar la atención en un artículo titulado “Los peligros del diálogo y del adelanto de la Navidad”(7), publicado hace cinco semanas en este mismo portal.

Considero que el pueblo revolucionario que es fundamentalmente quien está resistiendo estoicamente los efectos de estos ataques debe estar ya al borde del cansancio de escuchar a los más altos niveles del gobierno revolucionario, que al mismo tiempo que los documenta y los denuncia, continúa  hablando insensatamente de amor, paz, diálogo y cronogramas electorales en un país que se encuentra inmerso en una guerra nada convencional pero no por ello menos letal. En relación a esta actitud que juzgo insensatamente  pacifista resulta imperdonable no prestar atención a una máxima del fallecido y repudiado expresidente norteamericano Richard M. Nixon, que señala textualmente: "Cualquier nación que decida que la única manera de alcanzar la paz es a través de los métodos pacíficos, pronto será parte de otra nación" (8).

En el ánimo de hacer la más genuina y constructiva de las críticas y como ejemplo reciente de la planteado en el párrafo anterior voy a referirme a la gran marcha propuesta sobre Caracas el próximo  sábado 17 de diciembre, convocada por el Presidente Maduro, a la cual se refirió diciendo, palabras más, palabras menos, “… que es necesario que se movilicen los 29 Congresos de la Patria y movimientos sociales con sus líderes de base así como, los 26 mil Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), las 13 mil UBCH, la juventud revolucionaria, la fuerza laboral, las mujeres, los profesionales y técnicos, los campesinos, la reserva activa, los pescadores, la milicia, las personas con discapacidad, las comunas y los consejos comunales, el movimiento ecosocialista, la sexodiversidad, los estudiantes y  todos los sectores del país” (9).

Y es que se trata de que a dicha marcha, que a juicio del Presidente, deberá ser el primer ensayo nacional del plan de movilización anti golpe, para la cual nos está convocando a todos a concurrir por todos los caminos y en todos los medios de transporte, en lo que intenta ser una importante demostración de organización y de fuerza, se le está dando el bucólico y nada impresionante nombre de “Marcha de la paz y la soberanía”.

Es verdad, como dijo el propio Presidente en su programa radial del jueves 08, que será una concentración para que quienes pretenden restaurar el capitalismo, eliminar los programas sociales y privatizar el futuro del país, entiendan la disposición de millones de venezolanos a garantizar la supervivencia de la patria (10); sin embargo estimo que para que el mensaje pudiese tener el efecto deseado debe ser acompañado de una entrega simbólica de armas a las organizaciones populares y de otra no “tan simbólica” al liderazgo comprobado, y para ello la culminación de la marcha sería una oportunidad más que propicia. ¡Total, la contra siempre ha dicho que nuestras organizaciones de base están armadas!

Como se ha señalado en diversas oportunidades el proyecto nuestro es totalmente irreconciliable con el proyecto de la contra y de ese lado nos están atacando con todo, por lo que estimo que es necesario comenzar a dejar de lado ese lenguaje edulcorado y modoso en el que nadie en la contrarrevolución nacional e internacional cree y que sólo pudiera tener el efecto indeseable de hacer concebir falsas esperanzas en el seno de nuestras filas.

¡Como efectivamente queremos la paz, tenemos que prepararnos apropiadamente para la guerra!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!


Caracas, diciembre 10 de 2016

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