¿Septiembre
rojo en Venezuela?
Carlos E. Lippo
El
Gobierno Bolivariano solo puede ser derrocado a través de una "operación militar bajo bandera
internacional, patrocinada por la Conferencia de los Ejércitos
Latinoamericanos, bajo la protección de la OEA y la supervisión, en el contexto
legal y mediático del secretario general, Luis Almagro".
Almirante
Kurt Tidd, comandante en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos
Tal
como hemos señalado en numerosos trabajos anteriores, las Maniobras Navales
UNITAS, consistentes en ejercicios aeronavales conjuntos realizados al menos anualmente
por las armadas de buena parte de los países latinoamericanos bajo la
supervisión del Comando Sur de los Estados Unidos, son una pieza fundamental del
tutelaje militar del imperio sobre los países de la región; fueron concebidas en el marco del “Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca” (TIAR) y aprobadas
en la “Primera Conferencia Naval
Interamericana de Panamá” (1959), correspondiendo a las aguas venezolanas
el muy dudoso honor de haber servido de escenario a las UNITAS I, en el mes de
mayo de 1960.
Es
harto conocido que las UNITAS XIV, celebradas en aguas de la república de Chile
en septiembre de 1973, hicieron posible la movilización temprana y sin levantar
sospechas de la armada golpista chilena que actuó como elemento de presión y
apoyo al ejército de Pinochet, ejecutor del golpe de estado contra Salvador
Allende aquel infausto día 11; hecho que debe ser considerado por los jerarcas gringos
como uno de los mayores logros, hasta ahora, de este malhadado dispositivo
militar.
Mucho
menos conocidos deben ser una serie de abortados intentos de intervención
militar del imperio sobre nuestro país, apoyándose en el desarrollo de algunas
de las sucesivas versiones de dichas maniobras, entre los cuales pasaré a
presentar los siguientes:
·
El intento de invadir a Venezuela
el 1° de diciembre de 1963, a solicitud del entonces presidente proyanqui y
vendepatria Rómulo Betancourt Bello, en el caso de que fracasaran las
elecciones presidenciales pautadas para esa fecha a consecuencia del llamado
abstencionista de la izquierda insurreccional de la época o que dichas
elecciones fueran perdidas por el partido de gobierno, utilizando como mamparas
las Maniobras UNITAS IV que se desarrollaban en el golfo de Morrosquillo
(Caribe Colombiano) y la “Operación
América”, consistente en unas maniobras navales conjuntas de las armadas de
Estados Unidos y todos los países bolivarianos ejecutadas en el puerto colombiano
de Tolú, a unos 250 Km. en línea recta de la frontera con Venezuela; intento
que fue abortado debido al triunfo electoral del partido de gobierno (1).
·
Un intento de alterar los
resultados de las elecciones presidenciales del 07 de octubre de 2012 en las
que resultase triunfador por cuarta vez consecutiva el gigante Chávez,
evidenciado por un ataque cibernético masivo sobre el centro de cómputos del
CNE, realizado durante la noche del 7 y las primeras horas del 8; ataque que a
juicio nuestro fue perpetrado desde una nave norteamericana de las que
participaron en las Maniobras UNITAS LIII, en las cuales según señalamiento del
contralmirante Sinclair M. Harris, comandante
de la cuarta flota y anfitrión de las mismas, se desarrollaron escenarios de
guerra de alta gama, con importantes elementos de “guerra electrónica”, entre otros recursos de la panoplia militar
gringa.
·
El intento de intervención protagonizado
por El USS George Washington (CVN-73), portaaviones estadounidense de
propulsión nuclear de la clase Nimitz, una auténtica fortaleza flotante con una
tripulación de 3.200 efectivos, 2.480 efectivos de tropa, 90 aeronaves, entre aviones y helicópteros y
equipado con modernos dispositivos de guerra electrónica, que se mantuvo en
aguas del Caribe oriental muy próximas a nuestras aguas territoriales, durante
los días previos a las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015, de
regreso de las maniobras navales UNITAS LVI-Fase Atlántico, celebradas entre el
13 y el 28 de noviembre en las costas brasileñas; intento que fue abortado por
el “sorpresivo” triunfo electoral de
la oposición (2).
Desde
las UNITAS LIII celebradas en el 2012 en la que se incorporaron unidades de la
armada francesa, se han venido incorporando países extraños a la región,
fundamentalmente países de la OTAN y se vienen celebrando dos eventos anuales:
uno en la costa Pacífica del continente y otro en la costa Atlántica o en la
costa Caribeña. Afortunadamente desde ese mismo año, Venezuela no forma parte
de este ominoso “mecanismo de
autoagresión” gracias a una de las decisiones más sabias del Gobierno
Revolucionario, cual fue la denuncia del TIAR, tomada en el marco de la Nueva
Doctrina Militar Venezolana (3).
Entrando
en materia debo comenzar diciendo que ayer 31 de agosto se dio inicio en aguas
del Caribe colombiano muy próximas a nuestras aguas territoriales, a la 59° versión
de las citadas maniobras (UNITAS LIX 2018 –Fase del Caribe), con participación
de 12 naciones del continente, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, Estados Unidos, Honduras, México, Panamá, Perú y República Dominicana,
la inmensa mayoría de ellas regidas por gobiernos altamente hostiles a nuestro
país, más la armada del Reino Unido, también manifiestamente hostil a nosotros (4).
Según
fuentes de la armada colombiana, el objetivo declarado de estos ejercicios
aeronavales con participación de submarinos y unidades de superficie que se
prolongarán hasta el próximo 12 de septiembre, es el fortalecimiento de la confianza
y la integración de las fuerzas navales del continente, además de mantener el
entrenamiento de las tripulaciones para cooperar mutuamente ante las diferentes
amenazas hemisféricas, y ya sabemos cuál país ha venido siendo declarado
reiteradamente por ellas como una amenaza hemisférica.
La
agenda oculta de las maniobras, que no es otra que el derrocamiento del
Gobierno Bolivariano por vía de una intervención multilateral conjunta, que ya
fue acordada durante la reciente gira a la región del secretario de defensa Mattis
(5), es fácilmente deducible a
partir del señalamiento del comandante en jefe del Comando Sur, que presentamos
al inicio de estas notas y que se corresponde con una de las consideraciones
finales de un documento secreto del Comando Sur de los Estados Unidos suscrito
por el Almirante Kurt Tidd el 23 de febrero del presente año, cuyo título en inglés es “PLAN TO OVERTHROW THE VENEZUELAN DICTADORSHIP, MASTERTROKES” (6),
y cuya traducción a cargo de Rolando Graterol Guzman: “Plan para Derrotar la Dictadura Venezolana, Golpe Maestro”, presentamos
en (7).
La
necesaria “bendición” de la OEA a la funesta
intervención habrán de buscarla en la sesión extraordinaria del consejo
permanente convocada para el miércoles 5 de septiembre (8),
contando con una importante probabilidad de obtener los 24 votos necesarios
para ello, a partir de la deserción del Ecuador de Lenin Moreno quien no sólo
retiró a su país del ALBA-TCP, sino que genuflexamente envió una fragata a las
maniobras después de 11 años de ausencia de ellas por decisión del expresidente
Correa (9), así como de los
consabidos “cañonazos” de billetes
verdes disparados por el imperio en ocasiones como ésta, que habrán de servir
para ablandar la voluntad de uno que otro pequeño país de la región.
Tal
como he venido planteando en no pocos trabajos anteriores debo reiterar
responsablemente que existe una probabilidad inmensa de que nuestro país sea
objeto de una intervención militar del imperio utilizando como mampara la
celebración de las UNITAS LIX. Desde luego que la intervención no estaría a
cargo exclusivamente del exiguo contingente aeronaval multinacional participante
en dichas maniobras, sino de una fuerza de tarea especial para cuya
conformación no habría que ir tan lejos como Quantico, Pensacola, Vieques o
Panamá, como debía ocurrir en el caso del intento de intervención de 1963
anteriormente reseñado, teniendo tan cerca de nuestras fronteras las 9 bases
militares emplazadas en Colombia, así como las de Reina Beatriz (Aruba) y Hato
Rey (Curazao) y contando adicionalmente con un par de ejércitos colombianos, el
regular y el paramilitar, más que deseosos de intervenir, acicateados por una
criminal campaña gubernamental de terror y xenofobia, iniciada desde los
tiempos de Uribe Vélez, continuada por Santos y llevada a su máxima expresión
por Duque.
Como
si hiciera falta, la inminencia de tal intervención es también puesta evidencia
por unas declaraciones ofrecidas hace pocos días por el senador republicano
Marco Rubio (10), en las cuales hacía
referencia a una reunión sostenida en la Casa Blanca con el secretario de
seguridad nacional, John Bolton; en ellas este conocido detractor de Venezuela señalaba
entre otras cosas que: “…“las Fuerzas
Armadas de EEUU solamente se utilizan en caso de amenaza a la seguridad
nacional”, y “… hay un argumento muy
fuerte que se puede hacer en este momento de que Venezuela y el régimen de
Maduro se han convertido en una amenaza a la región, incluso a EEUU”.
Dando
por hecho que la intervención habrá de ser intentada quedaría pendiente por
desentrañar el tipo de intervención a ejecutar y la excusa que habrán de
ofrecer a la comunidad internacional como
justificación para hacerla; conocer lo primero se requiere para poder decidir el
tipo de defensa militar que habrá de oponérsele y lo segundo, para poder diseñar
la defensa diplomática que necesariamente habrá de ser intentada por nuestro
gobierno en los organismos multinacionales.
En
relación al tipo de intervención debo decir que estimo que habrá de tratarse de
una intervención militar directa, utilizando como punta de lanza las fuerzas
militares colombianas, teniendo como blanco nuestra valiosa infraestructura
industrial y de servicios existente en la región occidental del país, todo ello
en procura de “liberar” un territorio
en el cual poder instaurar un gobierno paralelo títere que solicitaría el
reconocimiento internacional promoviendo la secesión de la “media luna occidental” del país. Con menor probabilidad podría tratarse de intentar un bloqueo
aeronaval del país, con el propósito de impedir nuestras exportaciones de petróleo,
así como la importación de alimentos y medicinas y la llegada de ayuda militar
de nuestros aliados; causando un natural estado de conmoción nacional a partir
del cual tomarán nuevas decisiones injerencistas.
Como
“justificaciones” para esta ominosa
intervención militar podrían intentar:
·
La generación de un “falso positivo” de carácter militar,
tal como la falsa incursión en territorio colombiano de un par de helicópteros
y 30 efectivos de la GNB, que difundieron profusamente a partir del pasado
lunes 20 a través de la agencia EFE (11),
que como sabemos es replicada por una gran cantidad de medios a nivel
planetario; entendiendo que la consolidación de una matriz mediática de esta
naturaleza serviría para presentar la intervención como una respuesta solidaria
conjunta a supuestas violaciones de la seguridad interior de Colombia. Siendo
oportuno señalar que tal infundio fue rápidamente desmentido por nuestra
cancillería.
·
Una espuria solicitud de
intervención por parte de un supuesto gobierno paralelo que pretenderían formar
en Colombia a partir de las ilegales decisiones de un cuerpo de abogados que se
hace llamar Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que funcionando desde
las instalaciones del congreso colombiano, obviamente bajo los auspicios del
gobierno de ese país, solicitó esta semana a la FANB la detención física
de Maduro, a partir de la cual procederían a nombrar un “presidente en el exilio” (12).
·
La declaratoria de Venezuela
como una supuesta amenaza regional con base en lo que estúpidamente y sin base probatoria
alguna el secretario Almagro ha llamado "el
éxodo más grande que ha existido en la historia del hemisferio occidental”;
algo que pretenden lograr en la sesión extraordinaria del consejo permanente de
la OEA convocada para el 5 de septiembre (8).
“Justificación”, que siendo a mi
juicio la más probable de intentar, ya comenzó a ser desmontada por nuestro
gobierno mediante las denuncia interpuesta por Delcy Rodríguez, Vicepresidenta
ejecutiva de la República, ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (Acnur) en el sentido de demostrar que existe una matriz
internacional contra Venezuela en materia migratoria, para justificar una
intervención militar, así como por las propuesta de evaluar en forma conjunta el
verdadero alcance e impacto del evidente fenómeno migratorio (13).
A
la luz de todo lo antes expuesto resulta meridianamente claro que durante el
mes que hoy comienza habremos de ser objeto de algún tipo de intervención
militar por parte del imperio y una caterva de países vecinos que no deberían
abrigar hacia el nuestro más que sentimientos de agradecimiento, en
reciprocidad por las ayudas que se les han brindado en diferentes épocas y escenarios,
pero que sin embargo han optado por secundarlo al creerlo un seguro vencedor,
cosa que aún está por verse, puesto que en realidad ese gigante con pies de
barro no ha ganado más guerras que las que Hollywood falsamente les acredita.
Es
oportuno señalar que en ausencia de aliados regionales de peso pues sólo los
países del ALBA-TCP, nos apoyan en este difícil trance, contamos al menos hasta
ahora con el apoyo de Rusia y China, evidenciado en hechos tangibles tales
como: la celebración de unos ejercicios aéreos conjuntos, con la aviación de la
Federación de Rusia en una fecha no divulgada aún del mes de septiembre (14);
y la llegada de un buque hospital de la armada de la República Popular de
China, que habiendo sido acordada hace algún tiempo, es evidente que habrá sido
confirmada para este mismo mes (15).
Reiteramos
que somos un pueblo pacífico, cuyos ejércitos sólo trascendieron las fronteras durante
el siglo XIX para ayudar a liberar a países hermanos, entre ellos algunos de
los que hoy nos asedian con más saña, del yugo del imperio español; pero si el
imperio yanqui se empeña en venir por nosotros no nos dará otra opción que
propinarle su segunda derrota militar en América y hacer de la patria
latinoamericana un gigantesco Vietnam.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(15) http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/buque-hospital-chino-realizara-operacion-venezuela_248759
Caracas,
septiembre 01 de 2018
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