Venezuela
en la mira de la “Operación América Unida”
Carlos
E. Lippo
Hasta
el momento actual, el 2017 ha venido siendo un año pródigo en ejercicios
militares conjuntos realizados por las fuerzas armadas del imperio en
territorio americano. Un año muy similar a aquellos años de las décadas de los
setenta y los ochenta del siglo pasado, en los que estando Nuestra América
plagada de cruentas dictaduras militares, los encuentros de los ejércitos de la
región con sus pares gringos, se hacían costumbre para planificar nuevos
operativos en el marco del infausto “Plan
Cóndor”. Tristemente, es como para evocar con nostalgia aquellos años de la
década de los sesenta en los cuales las Maniobras Navales UNITAS y el envío de
militares nativos a “desformarse” en
la “Escuela de Las Américas”, eran de
ordinario las mayores manifestaciones del tutelaje militar gringo sobre las fuerzas
armadas de la región.
En
efecto, entre el mes de junio y el día en que he comenzado a escribir estas
líneas, elementos de Comando Sur de los Estados Unidos así como de sus fuerzas
de aire, mar y tierra, han realizado al menos siete ejercicios militares
conjuntos, fundamentalmente con las fuerzas armadas de los países que le son
afectos en la región, así como de las de algunos países miembros de la OTAN, de
aquellos que hacen muy poco esfuerzo por disimular su avidez por ponerle la
mano a nuestros ingentes recursos minerales de carácter estratégico.
En
un artículo nuestro titulado “Venezuela-EE.UU:
¿quién es una amenaza para quién?” (1), describíamos con algún
detalle la naturaleza y alcance de la mayoría de esos ejercicios, que ahora, en
aras a la brevedad, simplemente pasaremos a mencionar: “Maniobras Navales Tradewinds 2017” (Vientos Alisios 2017),
celebradas en el mar territorial de Barbados, del 06 al 12 de junio y en las
aguas territoriales de Trinidad & Tobago, a 600 km. de la costa venezolana,
del 13 al 17 de junio (2); maniobras
realizadas por las armadas de USA y Chile, en la costa chilena a principios de
julio (3); maniobras aéreas
Colombia-Estados Unidos, celebradas durante los días 15, 16 y 17 de julio en el
espacio aéreo de la base estadounidense de Palanquero (Colombia), a 300 km. de
la línea fronteriza con nuestro estado Táchira (4);
“Maniobras Navales UNITAS LVIII-Fases del Pacífico y Anfibia”, celebradas en
las costas del Perú, entre el 13 y el 26 de julio (5);
ejercicio internacional “Mobility
Guardian”, celebrado en Seattle, estados Unidos, entre el 29 de julio y el
12 de agosto (6); “Ejercicio Internacional PANAMX 2017”, celebrado
entre el 10 y el 20 de agosto, por componentes de los ejércitos de aire, mar y
tierra, bajo la coordinación del Comando Sur (7);
y las maniobras aéreas “Blue Sky V”, celebradas
a finales de octubre en cielos chilenos por componentes de las fuerzas aéreas
de USA y Chile (8).
Una
primera pista en relación a que la mayoría de estos ejercicios conjuntos, si no
todos, están inspirados en la necesidad de aumentar el apresto operacional de
una fuerza militar multilateral que bajo los auspicios de la OEA y/o la ONU
intentaría invadir a Venezuela, nos la aporta un señalamiento contenido en el “Informe de Posición” presentado por el
almirante Kurt Tidd, comandante general del Comando Sur, ante el Comité de
Servicios Armados del Senado norteamericano, en su comparecencia del 6 de abril
del presente año, a una semana de iniciadas las acciones terroristas de la
contrarrevolución venezolana que duraron cuatro meses, según el cual: “… la situación en Venezuela está empeorando
y podría generar una crisis humanitaria (que ellos llevan ya años
intentando crear) que demandaría una injerencia regional” (9); señalamiento que viene a
corroborar que ya existe un plan de intervención militar de Venezuela por parte
del imperio, tantas veces negado por sus máximas autoridades.
Pero
una segunda pista, que más que pista es ya un firme elemento de convicción, lo
constituye la celebración de la “VII
Conferencia Sudamericana de Defensa”, en Lima, Perú, durante los días 23 y
24 de agosto del presente año, reunión en la cual bajo la dirección del mismo
Kurt Tidd, jefes militares de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados
Unidos, Paraguay, Perú y Uruguay, determinaron nuevas estrategias para "enfrentar amenazas militares"
y "atender" la crisis en
Venezuela (10); siendo oportuno y
conveniente recordar que este verdadero aquelarre militar se realizó a muy
pocos días de aquel infausto 11 de agosto, en el cual el mismísimo presidente
Trump amenazase impúdicamente con intervenir militarmente en nuestro país.
Como
lo que abunda no sobra analizaremos con un poco más de detalle aquellos
ejercicios que consideramos que fueron concebidos como una descarada acción
injerencista sobre Venezuela, al mismo tiempo que para lograr adelantar los
elementos estratégicos de una eventual invasión y hasta para servirle de
plataforma operativa, si ello fuese factible; a continuación el análisis:
Maniobras
Navales “Tradewinds 2017” (Vientos Alisios 2017),
celebradas en el mar territorial de Barbados, del 06 al 12 de junio y en las
aguas territoriales de Trinidad & Tobago, a 600 km. de la costa venezolana,
del 13 al 17 de junio, con participación de efectivos militares de países de la
región del Caribe (Méjico, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice,
Dominica, República Dominicana, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal
y Nieves, Surinam, San Vicente y las Granadinas y Trinidad & Tobago), junto
a las de los siguientes países miembros de la OTAN: EEUU, Canadá, Francia
y el Reino Unido. Por celebrarse en los
días previos a la 47° Asamblea General de OEA (Méjico), en la que se pretendía
por enésima vez aprobar una condena a Venezuela que abriese el camino a una
intervención multilateral, estaba destinada a presionar a algunos países miembros
del Alba-TCP y del Convenio Petrocaribe, para que cambiasen su voto favorable a
Venezuela; como también eran coincidentes en el tiempo con una etapa muy
cruenta de las actividades terroristas de la contrarrevolución y su segunda
fase se realizaba muy cerca de nuestras costas, podrían haber servido de base
operativa para la invasión en caso de que la contrarrevolución local hubiese logrado
generar las condiciones necesarias para ello.
Maniobras
aéreas Colombia-Estados Unidos,
celebradas durante los días 15, 16 y 17 de julio, plenamente coincidentes con
un plebiscito ilegal con el cual la contrarrevolución pretendía “legitimar” su política de desconocimiento
del gobierno revolucionario y de conformación de un gobierno paralelo ficticio
que solicitase la intervención militar.
Ejercicio
internacional “Mobility Guardian”, celebrado
del 31 de julio al 12 de agosto y desarrollado desde la Joint Base
Lewis-McChord (Seattle, estado de Washington); a decir de sus organizadores, “el mayor y más realista ejercicio de
movilidad aérea”, con la participación de 3.000 hombres y de 25 socios
internacionales, en particular de las fuerzas aéreas de Colombia y Brasil, que
se ejercitaron en la realización de misiones diurnas y nocturnas con fuerzas de
Estados Unidos, Francia y Reino Unido, cuyo “escenario
realista” era el de una gran operación aérea para el transporte rápido de
tropas y armamento a la zona de intervención; según Manlio Dinucci, geógrafo y
politólogo italiano, miembro de la Red Voltaire se trató, ni
más ni menos, del ensayo para la prevista intervención militar en Venezuela (11).
1,5
Ejercicio
Internacional “PANAMX 2017”, celebrado entre el
10 y el 20 de agosto, con participación de Argentina, Belice, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras,
México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y los Estados Unidos, entre
otras naciones (12). Su ejecución debe
hacer prender intensamente nuestras alarmas por las siguientes razones: entre
los participantes se encuentran los doce miembros del llamado “Grupo de Lima”, que son abiertamente
injerencistas y hostiles a nuestra revolución; por Estados Unidos participaron
en este ejercicio: personal del Comando Sur, de las Fuerzas del Cuerpo de
Infantería de Marina con base en Miami, del Ejército Sur en San Antonio, Texas,
de las Fuerzas Navales Sur con base en Jacksonville, Florida, y de la Fuerza
Aérea Sur en Tucson, Arizona; y lo más significativo de todo, los componentes
marítimos, terrestres, aéreos y de operaciones especiales fueron liderados por
Colombia, Brasil, Perú y Chile, cuatro de los países más beligerantes con
Venezuela a partir de la extrema sumisión de sus actuales gobiernos a los dictados
del imperio.
La
principal motivación que tuve para haber escribir estas líneas es que el
próximo lunes 6 se dará inicio a la “Operación América Unida”,
consistente en teoría en 10 días de “simulacros
bélicos” efectuados fundamentalmente por componentes de las fuerzas armadas
de Estados Unidos, Brasil, Colombia y Perú, dirigidos desde una base
multinacional “provisional”,
construida para este propósito en la ciudad de Tabatinga, fronteriza con
Leticia, en Colombia y con Santa Rosa, en Perú, en el sito que se ha dado en
llamar “la triple frontera”, distante
unos 700 km. de la frontera con Venezuela (13).
Dicha
operación conjunta es parte de AmazonLog, un ejercicio militar en la Amazonía
brasileña creado por el ejército brasileño e inspirado en una actividad similar
realizada por la OTAN en Hungría en 2015, en la cual Brasil participó como
observador. También están supuestas a participar en ella, las fuerzas armadas
de Argentina, Chile, Panamá, Uruguay, Estados Unidos y Canadá, todos ellos, al
igual que los anfitriones, miembros del inefable “Grupo de Lima”, con excepción de Estados Unidos; así como quién
sabe cuántos países miembros de la OTAN en calidad de “observadores”.
En
lo particular me llama muchísimo la atención el nombre de “Operación América Unida” que le ha sido asignado, sin duda alguna que
por El Pentágono, pues me hace recordar nombres tan terroríficos e igual de
eufemísticos que aquellos de “Operación
Libertad Duradera”, tras de la cual destruyeron a Afganistán a partir de
finales de 2001 y “Tormenta del Desierto”,
que inició la destrucción de Irak en 1991. Me pregunto por qué usurpar el
nombre de América, cuando 22 países americanos, comprobadamente amigos como lo
son los países miembros del Alba-TCP y
la mayoría de los del convenio Petrocaribe no participan, por razones obvias, y
me pregunto también ingenuamente ¿para
qué se estará uniendo esta caterva de enemigos probados de la Revolución
Bolivariana?
Considero
que tenemos que estar en alerta roja desde ya, no sólo por la presencia de tan
formidable fuerza militar multiestatal enemiga
en las inmediaciones de nuestra frontera sur, sino por unas declaraciones altamente
injerencistas del canciller del Perú, vocero de la última reunión del “Grupo de Lima”, celebrada en el Canadá,
el pasado 26 de octubre, que como parte de las conclusiones, señaló: “Nuestro
objetivo es crear una situación que permita la solución más rápida y también
determinante para alentar al gobierno venezolano a negociar de buena fe, no
sólo para resolver el crisis, sino también para que el régimen por sí mismo
deje el poder, ese debe ser hoy nuestro objetivo central” (14). A
estas declaraciones se suman otras del presidente Santos, quien pocos días después
de concluida la citada reunión y en tono que juzgo francamente amenazante,
señaló, en relación al “tema Venezuela”:
“…hemos fracasado en encontrar una solución
pacífica…”, puesto que a buen entendedor, pocas
palabras bastan (15).
A
estas alturas, al parecer, ya la suerte está echada y existen grandes
probabilidades de que el imperio decida aprovechar estos ejercicios para
invadirnos junto a su manga de países cipayos vergonzantes, verdaderos émulos
de aquellos indígenas de cuyo nombre no quiero acordarme, que se aliaron al
imperio español para ayudarlo a doblegar a los dignos aztecas. Si así lo hiciesen
debo decirles, de la mano del refranero español, que no les arriendo la
ganancia, ya que más temprano que tarde habremos de derrotarlos con la ayuda de
los gobiernos y pueblos americanos dignos y de las potencias amigas. Lo lamentable será que antes de que esto
ocurra, Nuestra América, declarada por la CELAC territorio de paz, se verá
convertida en un gigantesco infierno en medio de las cruentas luchas
antiimperialistas de todos sus pueblos dignos y soberanos.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria
o muerte!
¡Venceremos!
(1) http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/08/18/venezuela-ee-uu-quien-es-una-amenaza-para-quien/
Caracas, noviembre 04
de 2017
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