El
imperio, la contrarrevolución y una seudo izquierda que vive entre nosotros
Carlos
E. Lippo
Durante
la semana que hoy termina, el imperio y sus cipayos nativos de la Asamblea
Nacional lograron imprimirle una significativa tensión al cerco que pretenden
establecer sobre nuestro país, por medio de dos nuevos instrumentos de carácter
legal internacional que paso a señalar continuación: la decisión de Barack
Hussein Obama II de prorrogar por un año la vigencia de la orden ejecutiva decretada
por él mismo en marzo de 2.015, que nos cataloga como una amenaza inusual y
extraordinaria a la seguridad nacional de los Estados Unidos y el acuerdo de la
Asamblea Nacional, aprobado con los votos de la fracción parlamentaria vendepatria,
para solicitar a la Secretaría General de la OEA la aplicación a Venezuela del
Artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.
La
ratificación de la infamante orden ejecutiva se ha producido a pesar de una
fingida disposición de rectificación
manifestada por el mismo Obama en la VII Cumbre de las Américas celebrada en
Panamá en abril de 2.015, motivada, qué duda cabe, por el auténtico aislamiento
internacional al que tuvo sometido su gobierno a causa del rechazo unánime que
concitara en su momento la orden imperial, de parte de nuestros organismos de
integración regional (ALBA-TCP, UNASUR, CELAC, Petrocaribe y Mercosur), de
parte importante de los países miembros de la ONU, agrupados en el Movimiento
de Países No Alineados (MNOAL) y de parte Rusia y China, dos de las cinco potencias
con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, así como por la
negativa de la sumisa Unión Europea (UE) de acompañarles en este absurdo proyecto.
Según
un despacho de la agencia EFE (1), Obama
justificó la decisión de prolongar las sanciones contra Venezuela argumentando
una supuesta falta de mejoras en la situación de los derechos humanos, ya que
según el mandatario estadounidense, el gobierno venezolano "continúa erosionando las garantías de los derechos
humanos". Sin embargo, qué duda puede caber sobre el hecho de que se ha visto impulsado
a tomar esta decisión acicateado además por la negativa de la mayoría vendepatria
de la Asamblea a acompañar al Presidente Maduro y a más de 11 millones de
venezolanos, bastante más que los que le dieron su voto el 06 de diciembre, en
la solicitud de derogatoria de dicha orden.
El
nefasto impacto de esta orden, frecuentemente minimizado hasta por algunos de
nosotros, radica en que ella constituye en sí misma una auténtica y formal declaración
de guerra, que ha precedido a algunas de las muchas invasiones del imperio a
países que se han negado a cumplir sus designios, como es el caso de Irak,
Afganistán, Libia, Yugoeslavia, Haití, Nicaragua y Panamá, entre muchos otras
realizadas entre finales del siglo XX y lo que ha transcurrido del XXI.
La
exhortación al secretario general de la OEA a aplicarnos el artículo 20 de la
Carta Democrática Interamericana es uno de los acuerdos tomados por la fracción
vendepatria (2) a partir del acto de
desacato a la Sentencia No. 9 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, que con base en el texto constitucional aclara y delimita las
funciones de control de la Asamblea sobre los otros poderes públicos.
A
menos de 24 horas de la extensión de la vigencia de la orden ejecutiva de Obama
estos genuflexos traidores a la patria tomaron este acuerdo que sin embargo no
fue el único que justificaron tomando como excusa la sentencia mencionada, sino
que produjeron otros dos acuerdos entreguistas, igualmente lesivos a la soberanía política y judicial
del país, como lo son: una solicitud de activación de los mecanismos
internacionales de garantía de la democracia y de la institucionalidad
parlamentaria (¡?), ante “el intento de socavamiento de las atribuciones
constitucionales de la Asamblea Nacional”, así como un requerimiento de actuación
de la Unión Interparlamentaria mundial, ante “el pretendido menoscabo de facultades fundamentales de los parlamentos
en una democracia”. ¡Resulta imposible mayor diligencia en la
entrega de la soberanía del país!
El
efecto práctico inmediato de la solicitud de intervención realizada ante el
secretario general de la OEA, el renegado Luis Almagro, pudiese ser una
eventual suspensión temporal de nuestro derecho de participación en ese organismo,
si es que lograsen conseguir la mayoría calificada de 2/3 (23 votos de 34),
durante las reuniones del período extraordinario de sesiones de la asamblea
general que obviamente habrá de convocar próximamente el inefable Almagro (3).
El efecto de los otros acuerdos habrá de depender básicamente del cabildeo
internacional de los diputados fascistas, que por cierto ya se están
movilizando para cuadrar los votos necesarios en la asamblea general de la OEA
para lograr la aplicación del artículo 20 de la carta.
Mientras
se mantienen en pleno desarrollo estas reales amenazas a la soberanía de la
patria, la que en artículos anteriores he dado en llamar “seudo izquierda venezolana”, no sólo es que no se refiere a ellas
con la importancia que merecen, como en el caso de la prórroga del decreto de
Obama, sino que simplemente las ignora, que es el caso de los recientes
acuerdos de la Asamblea Nacional, promotores de la intervención foránea; sin
embargo, esa misma “izquierda” se
mantiene en su línea de ataques despiadados al gobierno revolucionario y a
muchos de quienes intentamos su defensa, que viene a ser lo mismo que defender
a la revolución, en medio de la actual emergencia.
Un
muy superficial análisis de las publicaciones del portal web aporrea.org, casi
exclusivo medio de divulgación digital de esta seudo izquierda, correspondiente
a la semana transcurrida entre el 29/02 y el 06/03/2.016, cuyas conclusiones resumo
más adelante, servirá para demostrar las afirmaciones anteriores.
En
efecto, el análisis muestra que ni siquiera como noticia fueron registrados los
acuerdos antipatrióticos tomados por la Asamblea y que sólo con dos días de
retraso se comenzó a registrar la noticia de la decisión de Obama de prorrogar
su orden ejecutiva de marzo de 2.015; así mismo, sólo un artículo condena la
medida y ningún artículo ha condenado la actuación entreguista de la Asamblea.
En
el mismo lapso se han incluido artículos demostrativos de esa línea de ataque a
ultranza de las ejecutorias del gobierno revolucionario, cuyo solo título así
lo evidencia; he aquí algunos de ellos, sin mención del autor, excepto en dos de
los casos, y sin ningún análisis del contenido:
· “A
Chávez lo han querido secuestrar nuevamente, a tres años de su muerte”.
· “Ramos
Allup y Héctor Rodríguez son exactamente lo mismo”.
· “Por
eso no pararé de hablar contra Maduro hasta que él renuncie”.
· “Ahora
Si...” (Autor: el exministro Giordani).
· “Maduro
destruyó la educación y la docencia en Venezuela”.
· “Con
cuál careta se presentarán el 5 en el Cuartel de la Montaña”.
· “La
historia de la MUD y el PSUV: hermanitas siamesas post parto”.
· “Iris
(Varela): ¿Has vuelto a comer en pollo Arturo´s?”.
· “Militares venezolanos: entre Simón Bolívar y
Alejandro Magno” (Heinz Dietrich, agente de inteligencia al servicio del imperio).
· “¿Este
gobierno es chavista, es socialista?”
· “Héctor
Rodríguez es nuestro (Acaparador) Supermán”; “Diosdado acabó “con el mazo dando””; ¡Motor Minero =
Desastre Ambiental!”; “El factor Iris Varela: causal de la pérdida de la
revolución y el gobierno”; “El Presidente Nicolás Maduro va de error en error
en el Zulia, Arias Cárdenas lo llevará a la ruina electoral”; “Cuando el ruido
suena, piedras trae”; “Cambiamos oro por dólares”; “El extraño socialismo de
los chavistas desteñidos” y a “A tres años de la Resistencia”, entre otros, en
una lista que se extendería casi al infinito si el análisis hubiese sido
acucioso.
En
verdad que me es harto difícil entender como unos camaradas muy bien formados
(o deformados) ideológicamente en su gran mayoría, que se dicen socialistas y
chavistas en su totalidad, “fieles
seguidores y defensores del legado de Chávez” y que se permiten llamarnos
traidores a los que privilegiamos el ataque al imperio y a la contrarrevolución
sobre las necesarias críticas al gobierno revolucionario, son capaces de torpedear
de manera inmisericorde la implantación de una consigna tan simple y tan
importante para nuestro Comandante como lo fue aquella de “Unidad, lucha, batalla y victoria”.
No
quiero concluir estas líneas sin antes hacer las siguientes puntualizaciones:
- Considero que ya va siendo hora de romper las relaciones diplomáticas con el gobierno de los Estados Unidos, relaciones que son prácticamente inexistentes pero que les permiten mantener cómodamente en su embajada a toda clase de alimañas injerencistas. Obviamente habrán de seguir desarrollando sus acciones desestabilizadoras de nuestra revolución, pero que lo hagan desde el exterior. Además, sin la valija diplomática se verán en la necesidad de contrabandear las divisas necesarias para financiar a la contrarrevolución.
- Lo mismo aplicaría para las oficinas de la USAID, la NED, el IRI y demás “agencias mampara” de la CIA, que todavía estén operando en el país.
- No me preocupa para nada que seamos suspendidos de ese ministerio de colonias de los Estados Unidos, que es la OEA. Es más, consideraría que es una forma de salir de esa institución por la misma puerta grande por la que salió Cuba para nunca más regresar.
- A juicio mío, la conducta de algunos de los líderes de esta seudo izquierda, cuyas entrevistas y trabajos permanecen día tras día en sitiales preferenciales de aporrea.org, es reveladora del miedo atroz que le tienen a tener que contender con las fuerzas militares del imperio. Creo que por ello intentan hacerse simpáticos a la contrarrevolución y a sus amos, manteniendo una tímida y absurda esperanza de poder “pasar agachados”, ante la eventual invasión.
- Aunque pueda parecer una exageración pedagógica, considero que para un revolucionario chavista, el escribir para aporrea.org, en las actuales circunstancias, debería ser tan denigrante como escribir para cualquiera de los medios digitales de la canalla mediática nacional y me adelanto a responder que tal aseveración no les parecería tan exagerada si toman en consideración que tanto aporrea.org como esos medios de la contrarrevolución tienen importantes financistas comunes.
¡Hasta la Victoria
Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Caracas,
marzo 06 de 2.016
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