Ha
nacido totalmente desinflada la estrategia final de la contra
Carlos
E. Lippo
Sin haber terminado
el día me atrevo a asegurar que el pretendido paro de 48 horas a partir de hoy,
convocado por la dirigencia de la MUD, no puede ser balanceado sino como un
estrepitoso fracaso. En principio señalo esto por la nula o muy poco entusiasta
cobertura que han prestado al nuevo fallido evento, al menos hasta después de
mediodía que es cuando comienzo a escribir estas líneas, los más visitados
portales web de la contra: www.noticierodigital.com,
www.runrunes y www.lapatilla.com, así como por las
monumentales falacias que al respecto ha vertido www.caraotadigital.com.
Y
es que hasta en sitios de Caracas tan emblemáticos para la contra como la
Avenida Principal de El Bosque, adyacente a los campos de Golf del Caracas
Country Club, en pleno municipio Chacao, cuyo alcalde debía comparecer hoy ante
el TSJ para rendir cuentas del desacato a ese alto tribunal, que recientemente
le ordenase recoger la basura de las barricadas, así como dejar de apoyar con
su policía administrativa a las hordas terroristas de la MUD dentro de los
límites de su municipio, el comercio local se ha desempeñado en forma habitual,
a pesar de las amenazas recibidas y de estar aún fresca en la memoria de
algunos de los comerciantes, los desmanes sufridos de parte de los motorizados
de aquel engendro que llamaron la Coordinadora Democrática en los aciagos días
del paro sabotaje petrolero de 2002 y 2003. De más estaría decir que en el
municipio Libertador el dichoso paro ha sido totalmente existente.
Muy
mal ha arrancado entonces esta estrategia de la MUD, concebida y mercadeada entre
sus adherentes, por enésima vez, como la última requerida para defenestrar,
ahora sí, al Presidente Maduro y ello a pesar de que por esta vez parecen haber
puesto toda la carne en el asador, como puede inferirse a partir de los
siguientes hechos:
- La difusión por sus redes sociales y distintos portales web, en horas de la madrugada, de un extremadamente largo y fastidioso video de Leopoldo López (1), repitiendo prácticamente aunque con algo de mesura, el mismo discurso que lo llevó a la cárcel y que puede retornarlo a ella en cualquier momento por estar violando las condiciones bajo las cuales le fue otorgada la medida de casa por cárcel hace pocos días.
- El descarado espaldarazo que les hado en esta oportunidad la mismísima embajada de los Estados Unidos de América, al suspender sus actividades por 48 horas, según dicen ellos en su comunicado, en atención a “… los desafíos operacionales que se esperan durante este lapso” (2), debiendo entenderse que es por el inminente riesgo de daños físicos que ellos consideran que representan las “manifestaciones pacíficas” de la contra, para sus nacionales y cuanto paniaguado criollo tuviese cita en esos días para solicitar visa. ¡Oh my God!
- El mayor apoyo brindado al parecer en esta oportunidad por sus vetustos gremios empresariales (FEDECAMARAS, CONSECOMERCIO Y CONINDUSTRIA), aun cuando persistan en no hacerlo de manera explícita, sino señalando que no tomarán medidas contra los trabajadores que no se presenten a trabajar, aunado al apoyo simbólico de la fenecida Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), convenientemente resucitada para este propósito.
A
estas alturas es claramente perceptible un abandono de la dirigencia de la MUD
por parte de sus bases de clase media, incluido el supuesto movimiento
estudiantil, sobre las cuales se montaban los “trancazos” de vías y que al mantenerlas secuestradas en sus guetos,
permitían crear el falso positivo de un paro exitoso en algunas zonas de los 13
municipios que han venido sirviendo de asiento a las mal llamadas guarimbas, en
todo el país.
Contribuye
también al desinfle de la estrategia final de la contra para tratar de evitar
la celebración de las elecciones de los miembros de la Asamblea Nacional
Constituyente, la clamorosa victoria diplomática alcanzada el día de hoy por
Venezuela y sus países aliados en una sesión ordinaria del Consejo Permanente
de la OEA, en la cual el representante de los Estados Unidos y los
representantes de 13 de sus países cipayos (Argentina, Brasil, Canadá, Chile,
Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y
Uruguay), lograron colar de contrabando el llamado “tema Venezuela”, en una agenda que no lo contemplaba.
La
derrota del imperio fue de tal magnitud que una pretendida declaración de
condena presentada por el representante de Panamá, contentiva de frases tan
injerencistas como estas: “Instamos al
Gobierno de Venezuela a suspender el proceso hacia una Asamblea Nacional
Constituyente que implicaría el desmantelamiento definitivo de la institucionalidad
democrática y sería contrario a la voluntad popular expresada en la consulta
del 16 de julio…” (3),
no sólo es que no pudo ser sometida a votación sino que finalmente no fue
apoyada por el Uruguay, reduciéndose así los apoyos a este esperpento injerencista.
No se trata sin embargo de que la contra vaya a dejar de
seguir insistiendo en evitar por la vía de la violencia la celebración de las
elecciones del domingo 30 de julio. El hecho más que previsible de que la
Asamblea electa habrá de tomar perentoriamente medidas destinadas a acabar con
la impunidad reinante en el país, promovida desde hace años por el ministerio
público de Luisa Ortega, les impele a intentar acciones desesperadas, ya que
ellos no tienen mañana.
Es más que probable que tales acciones sean intentadas en
el marco de lo que han vuelto a llamar la “toma
de Caracas”, prevista para el próximo viernes 28; para ese día pretenden
trasladar a Caracas a sus hordas terroristas del resto del país, en especial a
los gochos de Táchira y Mérida a los que han hecho creer que son “arrechísimos”, en contraposición con “las mansas palomas” de Caracas. ¡Bien
pendejo tendría que ser el gobierno revolucionario si les permite la entrada,
al seguir insistiendo en enfrentarlas con unas fuerzas de orden público
equipadas únicamente con gases lacrimógenos y escudos antimotines!
Quiero insistir sin embargo en lo planteado en mi
artículo anterior publicado en este mismo portal (4), en
el sentido de que la mesa está servida para la entrada en acción de elementos
paramilitares extranjeros, principalmente colombianos, algunos de las cuales ya
se encontrarían en el país, como es el caso de los que estarían alojados en un
hotel de El Vigía (estado Mérida), provistos de uniformes de la FANB, según
denuncia del camarada José Sant Roz, con los cuales se intentaría ejecutar
acciones terroristas de alto impacto tales como: la ejecución de asesinatos
selectivos de dirigentes chavistas, escogidos fundamentalmente entre los que son
candidatos a la ANC; la generación de falsos positivos que al ser replicados al
infinito por sus medios de desinformación, nos lleven a cometer errores por
acción u omisión que puedan resultar potencialmente fatales, y finalmente, acciones
tendientes al aseguramiento bajo su control de una o varias zonas del país. Sin
descartar que tales elementos pudiesen ser eventualmente combinados con fuerzas
militares gringas, de esas especializadas en ejecutar acciones “quirúrgicas”, en determinados puntos y
situaciones estratégicas. Ante estas amenazas, mano dura del gobierno
revolucionario cuyos agentes de orden público tienen que enfrentarlas como las
acciones terroristas que son, con el uso legítimo y proporcionado de la
violencia que las leyes le permiten.
Estoy plenamente convencido de que podremos votar el domingo
y de que también podremos instalar la soberanísima Asamblea Nacional
Constituyente. La combatividad y elevada conciencia del pueblo revolucionario así lo
garantiza. Ni siquiera la poderosa izquierda insurreccional de los años
60, que llamó a la abstención más no al sabotaje de los centros de votación,
pudo evitar con su mensaje que un pueblo mucho menos consciente, engañado por
adecos y copeyanos con su falsa democracia, acudiese a votar en las elecciones
del 1° de diciembre de 1963 en las que se eligió a ese “diente roto” de Raúl Leoni, que resultó ser el más represivo
presidente de los 40 años de la cuarta república.
Pero como el juego no se termina el 30 de julio y ni
siquiera con la instalación de la ANC y la implantación de sus primeras
medidas, además de que nuestro enemigo real no es esta caterva de petimetres y
sus sicarios, sino el imperio y sus aliados internacionales, tenemos que
continuar en alerta, organizando la defensa de la patria al mismo tiempo que
fundamos y damos plena vigencia a la República Bolivariana y Socialista de
Venezuela.
¡Hasta
la Victoria Siempre!
¡Patria
o muerte!
¡Venceremos!
celippor@gmail.com
Caracas, julio 26 de 2017
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