Los peligros del diálogo y del adelanto de la
Navidad
Carlos E. Lippo
Como
es sabido por muchos, las recientes actividades conspirativas de la contra,
tanto las de índole parlamentaria como las apoyadas en activismo de calle,
están todas inscritas en el “Plan Rock
and Roll”, una estrategia subversiva concebida en los laboratorios de
guerra no convencional del imperio, develada a partir de la documentación
encontrada en posesión de algunos activistas del partido Voluntad Popular y
denunciada por el camarada Diosdado Cabello en una rueda de prensa concedida el
pasado 22 de octubre (1), un
día antes de que se iniciasen las rocambolescas actuaciones de la fracción
parlamentaria de la contra en el seno de la Asamblea Nacional.
Dicho
plan, cuyo presunto objetivo sería provocar un golpe de estado para defenestrar
al Presidente Maduro, contempla cuatro fases de operaciones bien diferenciadas:
una que va del 14 al 25 de octubre; otra que va del 26 al 28 de octubre; una
tercera del 29 de octubre al 9 de noviembre y la última a partir del 10 de
noviembre y días subsiguientes, hasta la caída de Nicolás Maduro.
A
diferencia de algunos camaradas de dentro y fuera del país, considero que el “Plan Rock and Roll”, no sustituye al
plan estratégico del Comando Sur denominado “Operación
Libertad Venezuela 2,” al cual nos hemos referido tantas veces en artículos
anteriores (2), sino que más bien
lo complementa ya que siendo el golpe de estado una posibilidad negada entre
nosotros por la carencia de pueblo y de militares golpistas de las que adolece
la contra, el mencionado plan sólo tendría como objetivo el promover la
intervención militar del imperio, ya sea con las fuerzas propias contempladas
en el octavo de los objetivos de dicha estrategia o con una fuerza multinacional
organizada por la OEA cuya participación determinante también estaba prevista en
el objetivo 6 de la misma.
Hasta
el presente la contra ha venido intentando desarrollar el plan en sus tres
primeras fases, con muchísimos más fracasos que éxitos. Memorables han sido el
fracaso de la llamada “Toma de Venezuela
de Punta a Punta”, intentada el miércoles 26 de octubre, en la que todos
los más altos dirigentes de la MUD sin excepción, fueron acusados de mentirosos
y cagones por una cantidad importante de sus adherentes en plena Avenida
Francisco Fajardo, así como el paro nacional convocado para el viernes 28, que
no fue atendido ni siquiera por la familia Radonski que abrió todas sus
numerosas salas de cine. Memorable ha sido también el fracaso de todos los
acuerdos tomados en el marco de los grandes aquelarres parlamentarios de los
días 23, 25 y 27 de octubre y más aún el del 1ro. de noviembre en el que dieron
marcha atrás en el intento de juicio político al presidente Maduro. Como causa principal
de estos fracasos es necesario reconocer el heroico comportamiento del pueblo
chavista que en medio de las dificultades que le impone la guerra económica que
está librando, se ha volcado a las calles en defensa de su gobierno
revolucionario, así como la contundente respuesta institucionalmente
revolucionara de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
El
30 de octubre, cuando apenas debía iniciarse la tercera fase del Plan, que como
cosa curiosa termina al día siguiente de la celebración de las elecciones
presidenciales norteamericanas, la dirigencia de la contra obedeciendo una
orden expresa del gobierno norteamericano (3) decide
incorporarse a la mesa de diálogo propuesta por el Presidente Maduro, con el
acompañamiento personal de los expresidentes Zapatero, Fernández y Torrijos;
del expresidente Ernesto Samper en representación de UNASUR y de un
representante del Vaticano, convocado por el gobierno a solicitud de la MUD.
En
respuesta a una supuesta solicitud del vaticano, la dirigencia de la contra
decidió, el 1ro. de noviembre, suspender
temporalmente el inconstitucional proceso de juicio político iniciado en contra
del Presidente Maduro, así como la marcha que había convocado para ir a
Miraflores el día 03 de noviembre y en esa misma fecha dio a conocer sus “exigencias” para mantenerse en la mesa
de diálogo, consistentes en cinco medidas totalmente inaceptables por ser
contrarias a la constitución a juicio nuestro, una de las cuales es la celebración
de elecciones presidenciales adelantadas; dichas exigencias pueden ser leídas en
un artículo publicado en este mismo portal (4).
En
relación a la suspensión de la marcha a Miraflores es oportuno apuntar que: Lilian
Tintori ha señalado que la misma obedeció también a una petición de la embajada
norteamericana, tal como puede apreciarse en un video incluido en un artículo
publicado en este mismo portal (5), en
una clarísima admisión de quien realmente les manda y
que a pesar de haber sido decretada por la dirigencia de la MUD, los “rudos” efebos de Voluntad Popular
estuvieron intentando hacerla hasta que la escasísima asistencia a su convocatoria
les hizo desistir, como puedo apreciarse en un video que puede ser localizado en
https://youtu.be/HYfK4k1w4Ks, en absoluta
confirmación de que ellos no aceptan dialogar con el gobierno revolucionario.
La extremadamente
escasa disposición de la contra a dialogar y su predilección por apegarse a la
agenda subversiva representada por el “Plan
Rock And Roll” está claramente evidenciada por esa especie de ultimátum
según el cual ellos se levantarían de la mesa si para el día 10 el gobierno no
ha satisfecho sus exigencias; dicho en las babosísimas palabras de Henrique
Capriles: “… entonces el gobierno habrá
cerrado cualquier posibilidad de diálogo, por lo que le tocará a los
venezolanos ir a una agenda de lucha incierta y peligrosa para restituir el
orden constitucional” (6).
Entrando
de lleno en el tema central de este artículo debo comenzar diciendo que estoy totalmente
de acuerdo con el diálogo propuesto por el gobierno revolucionario a pesar de
la muy poca confianza que me inspiran los interlocutores (la MUD y el imperio),
los cuales han demostrado a lo largo del tiempo su absoluta falta de escrúpulos
para mentir y para incumplir todo tipo de acuerdos. Considero sin embargo que cualquier
intento que se haga para desmontar la actitud de odio instaurada por la dirigencia
opositora desde el inicio de la revolución en una buena parte de sus adherentes,
y el diálogo es uno de ellos, debe ser intentado; además, como decía mi abuela:
“… la peor diligencia es la que no se
hace”.
Teniendo
desde mi muy lejana niñez un acendrado espíritu navideño no puedo menos que
apoyar también el adelanto de la temporada navideña intentado por el gobierno
revolucionario para el 1ro. de noviembre, entendiendo que en algo pudiese
mitigar el clima de frustración imperante en un sector importante de las bases
opositoras, sometido igual que nosotros a los rigores de la guerra económica y
defraudado por una dirigencia incapaz, que además de mentirle con descaro le ha
insuflado tal odio hacia el chavismo, que hablan sólo de “resolver el problema con sangre”. Sin embargo, tal logro es poco
menos que una utopía, si recordamos que ya en diciembre de 2002 su dirigencia
nos dejó sin navidades a causa del paro sabotaje petrolero, mientras ellos iban
a divertirse en las islas del caribe y si además tomamos en consideración
hechos actuales como que en el Colegio San Ignacio de Loyola de Caracas, formador
de una buena mayoría de los dirigentes de ideología socialcristiana de este
país, han decidido suspender un evento de tanta tradición como la competencia anual
de gaitas inter cursos, para poder dedicarse a la noble tarea de “libertar a Venezuela del yugo chavista”.
Un fracaso
del diálogo o lo que es peor, su intento de conversión en una nueva arma de la
contrarrevolución, con base en el rol preponderante que se está dando a la
mediación del Estado Vaticano, es algo más que probable si tomamos en
consideración las antiguas vinculaciones de este estado con la Central de
Inteligencia Norteamericana (CIA) (7), las
cuales jugaron un papel de primer orden en la caída de los regímenes de la Europa
Oriental afectos a la Unión Soviética y de ella misma, así como en el
financiamiento ilegal de la contra nicaragüense, en la década de los ochenta
del siglo pasado (8).
No
se trata de ver fantasmas en donde no los hay, se trata sí de que el Estado
Vaticano es una “superpotencia espiritual”, como lo consideraban Ronald Reagan
y William Casey, entonces jefe de la CIA, con sus propios intereses geopolíticos
y entonces, algo debe estar tramando en contra de nuestra
revolución al conceder la investidura cardenalicia a ese connotado conspirador confeso
que es Baltazar Porras y con la elección como Superior de la muy poderosa Compañía de
Jesús (el llamado “Papa Negro”) del venezolano Arturo Marcelino Sosa Abascal, quien
después de haber abrevado en las aguas de
la Teología de la Liberación, se ha venido mostrando cada vez más antichavista
de manera pública (9).
El
riesgo asociado a la promoción anticipada del ambiente navideño radica en que
el mismo podría estimular una indeseable desmovilización del pueblo chavista,
tanto el civil como el militar, sobre el cual ha venido descansando la defensa
de nuestra revolución y se basaría cualquier ofensiva que sea necesario
desarrollar.
Como
prueba de que aquí tampoco estamos viendo fantasmas recojo estas reflexiones del
ensayista, periodista, sociólogo, politólogo y profesor universitario panameño,
Olmedo Beluche (10) referentes al clima
imperante en la víspera de la invasión gringa a Panamá ocurrida en la madrugada
del 20 de diciembre de 1989: “… el día 19 transcurrió bajo una calma
aparente. La población se dedicó a sus actividades normales, comentando los
incidentes ocurridos (algunos
ataques de elementos de tropa gringos acantonados en la Zona del Canal, sobre
civiles y militares panameños) y sin
saber lo que les esperaba. Pese a que a algunos funcionarios, especialmente
de las Fuerzas de Defensa, como en Sanidad Militar, se les había recomendado
acumular comida y no hacer los gastos suntuarios acostumbrados para Navidad, lo
cierto es que la mayoría de los panameños dudaba que una invasión se fuera a
producir. Al caer la noche los noticieros televisivos estadounidenses, que
se reciben por cable en Panamá, reportaban un inusual movimiento de aviones
hacia Panamá”.
Dijo
alguna vez Eva Perón que "no hay nada que sea más fuerte que un
pueblo. Lo único que se necesita es decidirlo a ser justo, libre y soberano".
¡De pie o muertos, nunca de
rodillas!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Caracas,
noviembre 05 de 2016
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