¡Alerta, con la falsa acusación
del imperio sobre que Venezuela está financiando la caravana de migrantes hondureños!
Carlos E. Lippo
“"El presidente de
Honduras me dijo que (la caravana) fue organizada por grupos de izquierda
hondureños,
financiada por Venezuela y
enviada al norte para desafiar nuestra soberanía y nuestra frontera”
Mike Pence, vicepresidente
de los Estados Unidos
Lo
que se ha dado en llamar en días recientes “la
caravana de migrantes hondureños rumbo a los Estados Unidos” es una marcha
espontánea (1) de ciudadanos hondureños
iniciada el 13 de octubre de 2018 en San Pedro Sula, Honduras, con destino a
México y Estados Unidos, acometida con el propósito de pedir asilo, obtener
trabajo y en general lograr mejores oportunidades de vida, empujados por la
pobreza y la extrema violencia en su país de origen. Ya que como se recordará
Honduras, desde la defenestración de José Manuel Zelaya en el 2009, se ha
sumido en una espiral de violencia y pobreza, habiendo alcanzado una tasa de
homicidios de 43 por cada 100.000 habitantes, que lo convierte en uno de los
países más violentos del mundo, situación muy parecida a la que impera también
en sus vecinos Guatemala y El Salvador; y a la vez mantiene los índices de
pobreza más altos de la región centroamericana, al promediar una tasa de 60,9% de población que
vive en la pobreza, según datos del Banco Mundial (BM) del 2016, con una proporción
de 1 por cada 5 hondureños viviendo en pobreza extrema, en las áreas rurales.
Aunque
no se trata de la primera marcha de migrantes que ha sido organizada en la
región este año, pues la primera tuvo
lugar en México el pasado mes de abril, si se trata de la primera en la que
miles de personas han intentado migrar juntas de forma organizada; la primera
en la que los participantes han recibido algún tipo de apoyo de los gobiernos de
los países por donde cruzan; y sobre todo es la primera en alcanzar tan amplia
repercusión mediática. ¡Y ya sabemos quiénes son los que controlan
la plataforma mediática mundial!
El
caso es que quienes iniciaron el recorrido en San Pedro Sula el pasado día 13,
que eran alrededor de 1.600 personas cuyo objetivo era el de transitar por
Guatemala y llegar a México y Estados Unidos, al llegar a la frontera entre
Guatemala y México ya sumaban cerca de 4.000 y con el paso de los días, más y
más personas se han ido integrando a la caravana, de manera que diversas
fuentes, como la Organización de Naciones Unidas (ONU) señalaban, a comienzos
de esta semana, que el número de participantes era de alrededor de 7.000
personas, entre las cuales también se encuentran guatemaltecos y salvadoreños (2).
Adicional
a ello, el pasado martes 23 de octubre, mientras la caravana original se
encontraba atravesando el estado mexicano de Chiapas, una segunda caravana,
formada por más de 2.000 guatemaltecos, se dirigía a la frontera mexicana (3).
Al igual que la mayoría de los que salieron de Honduras, estos migrantes
quieren cruzar México para instalarse en EEUU y escapar de la pobreza y la
violencia en su país.
En
lo que a mi juicio es una clara demostración de las genuinas intenciones de la
inmensísima mayoría de quienes están participando, el gobierno de México había
recibido 1.699 solicitudes de refugio, sólo hasta el 23 de octubre, tratándose
los solicitantes fundamentalmente de niñas, niños y adolescentes, así como de
mujeres, quienes se encuentran alojados en el Recinto Ferial de Tapachula,
Chiapas, para ser atendidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) y la
Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
Como
es natural en casos como éste, unas 110 personas procedentes de Honduras
desistieron de continuar con sus trámites para solicitar el reconocimiento de
la condición de refugiado, acogiéndose de manera voluntaria al retorno asistido
a su país de origen (2);
así mismo, el gobierno hondureño ha dado a conocer el regreso de alrededor de
800 de sus ciudadanos que decidieron no
continuar en la caravana, ya que no es nada fácil el recorrer a pie y/o en
vehículos inapropiados los miles de kilómetros que median hasta la frontera de
México con los Estados unidos.
En
los últimos días la caravana viene desarrollándose bajo una significativa
preocupación internacional, expresada por el Alto Comisionado de Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR), en relación a la seguridad física de los
participantes debido a la peligrosidad de alguna de las áreas a atravesar; y
hasta por la mismísima Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que también
ha expresado su preocupación ante los abusos y violaciones a los derechos
humanos que vienen enfrentado las personas que integran la caravana, por lo que
ambos organismos han exhortado a los países involucrados a adoptar medidas que
garanticen los derechos humanos, en particular el derecho a solicitar y recibir
asilo de las personas con necesidades de protección internacional y a
fortalecer los mecanismos de responsabilidad compartida.
Casi
desde un principio, el 16 de octubre, el neurótico inquilino actual de la Casa
Blanca reaccionó como siempre esgrimiendo el garrote, al amenazar al írrito y
cipayo gobierno hondureño de Juan Orlando Hernández con retirarle toda ayuda económica
si no detenía el éxodo de sus conciudadanos y los hacía regresar a su país,
amenaza que reiteró al día siguiente, extendiéndola a los gobiernos de los
vecinos países de Guatemala y El Salvador, al transmitir textualmente desde la cuenta
@realDonaldTrump: "Hemos informado
hoy a los países de Honduras, Guatemala y El Salvador que si permiten que sus
ciudadanos, u otros, viajen a través de sus fronteras y lleguen a Estados
Unidos con la intención de entrar en nuestro país de manera ilegal, todos los
pagos que se les hacen serán SUSPENDIDOS (FIN)" .
Posteriormente
la neurosis presidencial llegaba al paroxismo, cuando en varios tuits en su
perfil de la red social, calificó la llegada de migrantes como un "asalto a nuestro país" y
culpó de ello a Guatemala, Honduras y El Salvador porque sus líderes "no están haciendo lo suficiente para
detener este flujo masivo de personas, que incluye a criminales" (5).
Siendo necesario apuntar que ese mismo día amenazó con cerrar la frontera sur
con México y que cuando me dispongo a escribir estas líneas (25/10/18 - 18:00
h.), me entero de que ya ha materializado esta amenaza puesto que en la mañana
de hoy escribió desde su cuenta Twitter que ya estaba movilizando "militares para esta emergencia
nacional" (6). ¡Qué lastimoso tigre de papel tiene que ser un imperio que es puesto en
emergencia, a decir del emperador, por un puñado de pacíficas personas que sólo
aspiran a trabajar en él para tratar de obtener la calidad de vida que les ha
sido negada en sus países de origen!
Entrando
de lleno en materia sobre el tema que nos ocupa considero oportuno señalar que
Fernando Cutz, un exdirector para Sudamérica del Consejo de Seguridad Nacional
de los Estados Unidos, que es el organismo
que asesora al presidente en materia de política exterior y seguridad, en el
seno del cual debe discutirse previamente cualquier posibilidad de intervención
militar en Venezuela, decía en una entrevista concedida al corresponsal en
Washington del diario ABC de España el lunes de esta semana, que la Casa Blanca
había comenzado a trabajar en una serie de planes para la “transición nacional” en nuestro país (7).
El
citado funcionario quien desempeñó su cargo desde la administración Obama y
hasta el pasado mes de abril, todo un pichón de halcón al acecho de Venezuela,
respondió sin eufemismos las preguntas más tendenciosas del insidioso corresponsal,
dejando caer algunas “perlas”, tales
como:
- Que
el tiempo para la aplicación de leyes y sanciones ya había pasado.
- Que
para derrocar a Maduro lo menos sangriento sería una intervención militar
a nivel internacional, con cooperación de varios países de la zona.
- Que
Trump está dispuesto a una intervención de este tipo, si otros países de
la zona lo consideran necesario, aunque cree que todavía no estamos en ese
punto.
- Y
ante la pregunta de ¿Qué debería suceder para que EE.UU. considere que
Venezuela es un problema propio? Respondió enfáticamente que: “El
problema será bilateral si el régimen ataca nuestra embajada o si agrede a
ciudadanos norteamericanos”.
Es
en el marco de esta última respuesta, que adquiere singular importancia un
señalamiento del vicepresidente Mike Pence en relación a que el presidente de
Honduras le había comentado que la caravana estaba siendo financiada por el
Gobierno Bolivariano; dicho en sus propias palabras: "El presidente de Honduras me dijo que (la caravana) fue
organizada por grupos de izquierda hondureños, financiada por Venezuela y enviada al norte para desafiar nuestra
soberanía y nuestra frontera" (8).
Falso
señalamiento más que contradictorio si tomamos en consideración que en
anteriores oportunidades han dicho hasta la saciedad que nuestro país está en
bancarrota para poder invadirlo por “razones
humanitarias”, y siendo así, ¿con
cuáles recursos podría nuestro gobierno estar financiando entonces tamaña empresa?
Considero,
al igual que el presidente Maduro, que tal señalamiento sería totalmente
risible si no hubiese sido proferido por el número dos del imperio (9),
y al igual que él hago este llamado de alerta por considerar que se está fraguando
a partir del financiamiento de la caravana de migrantes que se nos atribuye, un
deleznable y asqueroso “falso positivo” tendiente
a mostrarnos ante la opinión pública mundial como una real amenaza para la seguridad
interior de los Estados Unidos, capaz de justificar una intervención militar
aun realizada de manera unilateral.
Y
para “redondear” ese falso positivo
podría atribuírsenos la autoría intelectual de algunas explosiones de
naturaleza parecida a las ocurridas el mes pasado en los alrededores de Boston,
con apoyo en la denuncia de Trump, no comprobada por cierto como él mismo lo ha
admitido (10), de la presencia de
terroristas del medio oriente en la caravana de migrantes. ¡Y ya sabemos también, quiénes
son los que controlan a los terroristas islámicos que operan en esa región!
En
apoyo a esta hipótesis del montaje de un falso positivo que permitiese
justificar la intervención militar del imperio con base en la amenaza que
nuestro gobierno pudiese representar para la seguridad interna y la soberanía
de los Estados Unidos, estaría la amplísima difusión tendenciosa del tema que
están haciendo los miembros de la canalla mediática nacional, y muy
especialmente dos de los medios digitales más conspicuos de la contrarrevolución
venezolana como lo son venepress.com y
panampost.com.
El
primero de ellos, con un artículo (11)
en el cual, dando como un hecho irrebatible las acusaciones de Pence, destaca
la opinión de un “sesudo analista”
venezolano de nombre Carlos Luna, que considera que “el gobierno venezolano, con el presunto financiamiento de la caravana,
estaría tratando de crear un problema estructural de seguridad en territorio
estadounidense” (¿!); así como también destacando una proposición del diputado
Juan Guaidó, tendiente a promover una investigación legislativa del presunto
financiamiento.
El
segundo, con un auténtico bodrio cuyo título y subtítulo, escritos al parecer
con extremo entusiasmo, lo dicen todo: “Caravana
hacia EEUU, posible detonante de intervención en Venezuela” y “Dice Trump que
la caravana que va a su país representa una emergencia nacional y debe haber
una respuesta urgente. Y el vicepresidente Pence dice que es Venezuela el país
que financia esa caravana” (12);
rematando con la más que “sesuda”
opinión de ese redomado pillo que es Diego Arria, quien conociendo muy bien a
Trump (¿!), según el articulista, dice nada más y nada menos que “el presidente de Estados Unidos podría
justificar una intervención en Venezuela, para deponer a Maduro, con el éxodo
masivo y la crisis de refugiados”.
No
tengo la menor duda sobre que la frustración de no haber podido derrotarnos
hasta ahora, después de casi un sexenio de aplicarnos una intensísima guerra de
cuarta generación, los tiene totalmente desesperados. Tampoco tengo dudas sobre
la efectividad de nuestra unión cívico militar para resistir cualquier tipo de
agresión; pero como guerra avisada también mata soldados, es necesario
mantenernos en alerta máxima.
¡Hasta la Victoria, Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Caracas,
octubre 25 de 2018
celippor@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario