lunes, 20 de junio de 2016



Cuidado, que los gobiernos gringos están acostumbrados a mentir con cinismo e impudicia
Carlos E. Lippo




Desde los propios inicios de la nación norteamericana, a finales del siglo XVIII, la mentira ha sido un arma de uso común utilizada por sus diferentes gobiernos para poder lograr sus propósitos, tanto a nivel nacional como a nivel internacional.


En el ámbito nacional y tal como es conocido por muchos, la gran mayoría de los llamados “padres fundadores” al propio tiempo que se mostraban públicamente como fervorosos abolicionistas, tenían a su servicio personal una buena cantidad de esclavos africanos. Así mismo, el final de aquella brutal matanza de aborígenes norteamericanos, inmortalizada por Hollywood como una gran epopeya para la conquista de la porción occidental del subcontinente, determinado por la rendición de los últimos jefes y el abandono de sus ricas tierras ancestrales para disponerse a vivir en aquellos campos de concentración que llamaban reservaciones indígenas, bajo la prometida protección gubernamental, fue también una inmensa mentira que sirvió para rematar el exterminio de casi toda las etnias originarias.


En el plano internacional, al menos desde el siglo XIX, todas las guerras y agresiones que han generado los gringos han estado precedidas de algún tipo de operaciones de “bandera falsa”, que son operaciones encubiertas ordenadas por ellos, diseñadas para que aparenten haber sido ejecutadas por otros gobiernos u organizaciones, que han demostrado ser junto con las dosis apropiadas de propaganda e ignorancia la mejor receta para desatar una guerra sin fin, y como muestra vayan los siguientes ejemplos:


·       La Batalla del Álamo en 1836, en la que el Presidente Santana comandando las fuerzas gubernamentales propinase una cruenta y aplastante derrota a los rebeldes separatistas tejanos, gracias fundamentalmente a la negativa del General Houston de enviarles ayuda, derrota que fue usada como excusa para invadir Méjico y despojarle de más de la mitad de su territorio.

·       El hundimiento del acorazado norteamericano “Maine” en 1898, en la bahía de La Habana, atribuido a las fuerzas coloniales españolas, utilizado luego como pretexto para declarar la guerra a España y despojarle de Cuba, Puerto Rico, Guam, Hawai y Las Filipinas.

·       El hundimiento del RMS Lusitania, ocurrido frente a las costas de Irlanda en mayo de 1915, a causa del ataque de un submarino alemán, en el que murieron centenares de ciudadanos estadounidenses, propiciado por la negligencia criminal de los gobiernos inglés y norteamericano, con el propósito de precipitar el ingreso de los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial.

·       El ataque japonés a Pearl Harbor (Hawai) en 1941, cuya preparación e inicio se ocultó a los Comandantes de aquella Base Naval, con el propósito de precipitar la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial.

·       El inexistente ataque de patrulleras vietnamitas al USS Maddox en 1964, en aguas internacionales del Golfo de Tonkin, que marcó el inicio de una guerra no declarada que causó más de 2 millones de bajas vietnamitas.

·       El ataque a las Torres Gemelas del WTC de Nueva York el 11 de Septiembre de 2001, con su increíble versión oficial de los hechos, atribuyendo la autoría intelectual a un árabe enfermo, escondido en las cuevas de las montañas de Afganistán (Osama Bin Laden) y la ejecución, a militantes del grupo presuntamente liderado por él (Al Qaeda), entrenado y financiado anteriormente por ellos para combatir a las tropas soviéticas en Afganistán; con consecuencias políticas, económicas y militares que todavía padecen, su propio pueblo y todos los pueblos árabes no sumisos del oriente medio.


Adicionalmente, como grandes mentiras de los gobiernos estadounidenses de su época, altamente demostrativas de la idea que estamos desarrollando, vale la pena mencionar las siguientes:


·       La promesa hecha a Mijaíl Gorbachov en 1990 (George Bush, padre), de que la OTAN no avanzaría hacia el este en dirección a la URSS, para que éste autorizase la reunificación alemana y el total retiro de las tropas soviéticas de la República Democrática Alemana.

·       La denuncia de que Sadam Hussein contaba con armas de destrucción masiva, en 2003 (George Bush, hijo), que fue utilizada para invadir a este país hasta llevarlo a su total destrucción, después de la cual pudo comprobarse de forma fehaciente que no existían tales armas.

·       La falsa denuncia de que el gobierno de Bashar Al Assad estaba atacando a los civiles opositores con armas químicas, en agosto de 2012 (gobierno de Barack Obama), que pretendió ser utilizada como pretexto para invadir ese hermano país; pudiendo demostrarse posteriormente que quienes utilizaron en verdad las armas químicas fueron los paramilitares opositores que combatían al legítimo gobierno sirio.


Debe servir este larguísimo preámbulo para alertar a aquellos compatriotas que puedan estar abrigando esperanzas de que se pueda lograr una paz honorable con el imperio a partir de la nueva etapa de diálogo con el gobierno de los Estados Unidos anunciada por el Presidente Maduro, a mediados de la semana que hoy termina (1), según fuese acordado en la reunión celebrada por nuestra canciller Delcy Rodríguez y el secretario de estado norteamericano John Kerry en el marco de la reunión de cancilleres de la OEA celebrada en República Dominicana, para el inicio de la cual se anuncia la próxima visita al país del subsecretario Thomas Shannon.


Como lo demuestran algunas de sus fuentes, la derecha internacional se ha apresurado a interpretar esta propuesta de diálogo formulada por el gobierno de Obama como una sorprendente “tendida de mano” hacia el gobierno revolucionario, al mismo tiempo que ha visto en la rápida aceptación de nuestro gobierno una clara demostración de debilidad de un gobierno que según esas mismas fuentes se  encontraría aislado y confrontando una tremenda crisis económica y de insolvencia financiera.


Un politólogo de nombre Javier Corrales, catedrático del Amherst College de Massachusetts, considerado como “experto en el tema venezolano”, citado por una de estas fuentes (2), ha señalado en relación a este hecho que el segundo gobierno de Obama es el de la normalización. Ha hecho las paces con todos los países, con Brasil, con Argentina, con Cuba. El único país que queda es Venezuela. "Lo que pasa es que hacer las paces con Venezuela no es tan fácil, es una situación con muchos agravantes, tanto para los venezolanos como para sus vecinos“. ¡Oh cuánta sabiduría!, puede verse que este ilustre venezolanólogo, no ha hecho un uso abusivo de su capacidad de análisis.


Mientras tanto la contrarrevolución vendepatria venezolana, no ha emitido respuesta alguna sobre esta nueva etapa de diálogo, presumo que por estar sumida en la mayor desesperación al ver fracasar las tentativas del imperio de aplicarnos la inefable carta democrática de la OEA y por estar avocada en su totalidad a tratar de generar el anhelado estado de violencia generalizado que justifique la intervención militar extranjera en la cual se empeñan en basar su triunfo, como si ellos no fuesen a verse afectados en el supuesto negado de que tal intervención se produjese.


Personalmente considero que lo que está intentando ejecutar el gobierno gringo con su nada novedosa propuesta de diálogo es una clásica operación de control de daños, nada distinta de las que ha montado cada vez que ha visto frustrados sus intentos y los de la contrarrevolución que tutela y sustenta, por defenestrar al gobierno revolucionario.


Así ha ocurrido, sin resultado práctico alguno, en los siguientes casos: en junio de 2013, poco después de las elecciones presidenciales, por medio de una reunión del mismo Kerry con nuestro entonces canciller Elías Jaua Milano, después de que el recién electo Presidente Maduro lograse conjurar las acciones terroristas promovidas por el candidato perdedor que produjeron once víctimas mortales del lado nuestro; en marzo de 2015, con el envío del mismo Thomas Shannon, a raíz del apoyo recibido por nuestra revolución de una inmensísima mayoría de las naciones que hacen vida en la ONU, en contra de la funesta Orden Ejecutiva de Obama que nos declaró como amenaza de seguridad nacional para su país y
más recientemente durante el desarrollo de la Cumbre Presidencial de la OEA en Ciudad de Panamá, en abril de 2015, por medio de una reunión celebrada entre Maduro y Obama, ante nuestra clamorosa victoria diplomática en el seno de la citada reunión.


En ninguna de estas ocasiones, el gobierno gringo ha dicho que va a reconocer la legitimidad y la legalidad del mandato del Presidente Maduro, lo cual encierra en sí mismo una contradicción importante, puesto que nadie se propone dialogar con quien no reconoce, y lo que es peor, ni siquiera insinúa la posibilidad de dejar de inmiscuirse en nuestros asuntos internos. En esta nueva oportunidad no sólo es que reincide en esas actitudes sino que ha llegado al extremo de continuar interviniendo en Venezuela al reiterar sus planteamientos de solicitar la celebración del referéndum revocatorio, como si se tratase de un derecho absoluto de los opositores y en la liberación del monstruo de Ramo Verde y los otros delincuentes condenados o en proceso, como si no se tratase de terroristas convictos y confesos en buena parte de los casos.


Prueba irrefutable de que el imperio persiste en su accionar descaradamente injerencista en contra de Venezuela lo constituye un reciente documento dirigido a Luis Almagro,  firmado por 33 expresidentes de la región entre los cuales se encuentran joyas del calibre de Alejandro Toledo (Perú), Jorge Quiroga (Bolivia) y Laura Chinchilla (Costa Rica), para solicitar la aplicación a Venezuela de la Carta Democrática de la OEA (3), iniciativa que tales cipayos no pudieron haber tomado por su cuenta, sin contar con  la anuencia del amo imperial.


Estos antecedentes recientes nos impiden tener las más mínimas expectativas sobre la posibilidad de que pueda alcanzarse algún acuerdo honorable con el gobierno gringo a partir de estas negociaciones, pero en el supuesto negado de que se alcanzase algún resultado por modesto que fuese, persiste aún la reserva sobre que el gobierno gringo lo cumpla, a la luz de la larguísima cadena de mentiras e incumplimiento de compromisos que señalásemos al comienzo de estas notas y con arreglo a la opinión del más antiguo canciller del planeta, Serguéi Lavrov de la Federación Rusa, quien ha referido en diferentes oportunidades que el gobierno de Barack Obama no ha cumplido con la mayoría de los acuerdos alcanzados en la mesa de negociaciones en los casos recientes de Ucrania, Siria e Irán.

Debo decir que considero que el gobierno revolucionario no debe negarse a sentarse en una mesa de diálogo con cualquier interlocutor válido para tratar temas de tan alta transcendencia. Creo sin embargo que para diferenciarse de manera inequívoca de interlocutores tan poco confiables y de tan bajo nivel ético, como lo es el gobierno de Obama debe hacer públicas las reservas que tiene que tener con base en todos los antecedentes mencionados, que obviamente han de ser de su conocimiento detallado.


Finalmente, debo decir que considero poco felices unas palabras del Presidente Maduro en la misma ocasión en que anunció que autorizaba el inicio de las conversaciones con el gobierno norteamericano que paso a citar a continuación: "Yo le propongo al secretario John Kerry, vamos a designar embajadores. Yo estoy listo a designar embajador en Washington nuevamente, estoy listo y normalizar relaciones porque ustedes tienen embajadores en Beijing, en Vietnam y en La Habana y no tienen embajador en Caracas", pues no creo que nuestro Presidente deje de estar al tanto de hechos tan significativos como lo son: que el bloqueo económico-comercial a Cuba se ha incrementado desde que reanudaron las relaciones diplomáticas; que el que tengan relaciones diplomáticas con China no les impide provocarlos militarmente con sus embarcaciones ejecutando constantes maniobras en sus mares y que el establecimiento de relaciones diplomáticas con Vietnam ha sido utilizado para tratar de utilizar a ese heroico país en contra del gigante asiático.

¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!


Caracas, junio 19 de 2016
clippor@yahoo.com

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